El ADN mitocondrial, que se encuentra en las hembras, es un medio para descubrir nuestros ancestros y permite establecer el origen de muchas especies. "Nuestros resultados confirman que la gran mayoría de los componentes matrilineales tibetanos tienen sus ancestros en inmigrantes Epipaleolíticos y Neolíticos de lo que hoy es el norte de China, es decir hace cerca de 10.000 años, lo que coincide con otros estudios realizados anteriormente", sostuvo la investigadora Zhao.
Otro de los hallazgos del grupo científico chino es un nuevo haplogrupo, el M16, que sirve para definir los grupos ancestrales y las poblaciones genéticas de los seres humanos. "A diferencia de los componentes matrilineales tibetanos heredados de los inmigrantes del norte de China, los M16 se ramificaron directamente de los componentes genéticos de los ancestros de los euroasiáticos modernos", explicó Zhao.
El haplogrupo M16 representa una "reliquia genética" que procede de aquellos que habitaron la meseta en la Era final del Paleolítico y que aclara la fecha exacta del asentamiento. También el descubrimiento de huellas humanas de la era Paleolítica en la provincia de Lhasa apoya los resultados de la investigación. "La edad de las reliquias es similar a la de los M16, por lo que creemos que eso en cierto modo respalda los resultados de nuestra investigación", agregó Zhao.
Los descubrimientos realizados por el grupo chino y el artículo de Zhao Mian será publicado en una de las más prestigiosas revistas científicas del mundo, Anales de la Academia Nacional de Ciencias, de Estados Unidos.
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