"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


jueves, 16 de junio de 2011

Claves de los imanes


Los imanes pueden ser clasificados por sus propiedades magnéticas como "duros" o "suaves". Los duros, a veces denominados imanes "permanentes", tienen fijas o "clavadas" las paredes de sus dominios, lo que significa que el material queda magnetizado durante mucho tiempo. Las paredes de los dominios de los suaves son móviles, por lo que pueden ser fácilmente cambiadas. Estos materiales exhiben propiedades magnéticas temporales.

Ser duro o suave determina para qué puede ser utilizado un imán. Por ejemplo, es lógico que utilicemos un imán permanente para pegar una nota a la puerta de la nevera, porque queremos que se quede allí durante mucho tiempo. Por otro lado, conviene utilizar un imán suave en un motor o un transformador porque resulta mejor para adaptarse a los rápidos cambios en la corriente alterna y desperdiciará mucha menos energía que uno duro.
En esta nueva investigación, los científicos han demostrado cómo el desorden químico en la escala nanométrica puede tener un gran efecto en las propiedades macroscópicas (en la escala de los centímetros) del imán.
La mayor parte de los sistemas físicos y biológicos pueden ser considerados como desordenados. Para sus propiedades eléctricas, los semiconductores dependen de impurezas dispuestas al azar. Las impurezas químicas y estructurales en los imanes influyen en cuán fácilmente puede cambiarse la polaridad en estos.












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