"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


martes, 10 de abril de 2012

Sobre el Cinturón de Kuiper


Tomar el sol tampoco es bueno para algunos objetos celestes. Los cuerpos celestes sin atmósfera al ser bombardeados por la radiación solar, las superficies de algunos cometas, por ejemplo, tienden a volverse negras. Sin embargo, los 1000 objetos helados conocidos hasta ahora del Cinturón de Kuiper parecen cambiar de tonalidad en una amplia gama de colores: rojo, azul y blanco.

 Con escasas observaciones (la mayoría de los objetos del cinturón de Kuiper aparecen como un solo píxel de luz para el Telescopio Espacial Hubble) se han desarrollado unas pocas hipótesis para explicar estos colores. Sin embargo, un nuevo modelo de mapas computerizados reproduce la combinación correcta entre los materiales y el ambiente espacial que podría producir algunos de estos curiosos matices de color. El modelo sugiere que estos objetos tienen muchas capas, y que el color rojo observado en un grupo particularmente interesante de estos objetos: los llamados objetos clásicos fríos del Cinturón de Kuiper, podría provenir de materia orgánica situada en una capa situada inmediatamente por debajo de la corteza.
"Este modelo de capas múltiples proporciona un enfoque más flexible para comprender la diversidad de colores", comenta John Cooper, físico heliosférico de la NASA en el Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Md. "El modelo calcula las proporciones de la energía procedente de la radiación y que podría ser la causa de los cambios a diferentes profundidades. Por lo tanto podemos definir capas diferentes en función de esto."
Las capas pueden tener diferentes colores, y también podría ser dinámicas. Por ejemplo, una capa más profunda de hielo de agua relativamente puro podría estallar para formar una nueva capa superior, tal vez explique las propiedades de la superficie brillante de Eris, el mayor de los objetos conocidos del Cinturón de Kuiper.
Conocer la composición de estos cuerpos ha sido un misterio desde que el hallazgo de 1992 QB1, el primer miembro del Cinturón de Kuiper, un objeto clásico descubierto en 1992, explica Cooper. Este científico presentó su modelo el pasado mes de octubre en la reunción de ls División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, en Pasadena, California. Los posteriores descubrimientos de muchos más objetos del cinturón, junto con la gran diversidad de éstos provocaron la degradación de Plutón de la categoría de planeta para pasar a ser unicamente otro objeto del Cinturón de Kuiper. Estos objetos no sólo presentan capas de muchos colores, sino que también tienen diferentes tamaños y órbitas.
"Hay un grupo llamado Objetos Clásicos fríos que se mueven en órbitas relativamente circulares, y que están casi alineados en el mismo plano de las órbitas de los otros planetas", explica Cooper. "Todos estos son siempre de color rojizo. Los demás objetos varían del rojo al azul y al blanco, tienden a moverse en órbitas más elípticas o inclinadas, lo que sugiere que proceden de ubicación diferente del sistema solar primitivo. Por lo tanto, es posible que los objetos fríos Clásicos de un rojo uniforme representen una población menos alterada, con variaciones mínimas de la composición original del Cinturón de Kuiper."
Lo primero que Cooper debía hacer era explicar por qué los objetos no tienen una corteza negra como, por ejemplo, el cometa Halley, puesto que también los objetos del Cinturón de Kuiper cuerpos están compuestos de hidrocarburos y agua helada, y que "a partir de experimentos de laboratorio, sabemos que por lo general, cuando tenemos una mezcla de hielo y carbono, con una sobreexposición a la radiación, obtenemos nuevos materiales oscuros, de aspecto similar al alquitrán".






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