"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


viernes, 13 de abril de 2012

Científicos revelan los efectos de los eclipses solares en los vientos

Los científicos compararon las mediciones de la velocidad y la dirección del viento tomadas por 121 estaciones meteorológicas en el sur de Inglaterra durante el eclipse total de Sol de agosto de 1999, con la finalidad de crear un modelo meteorológico de alta resolución. El modelo se basó en las lecturas realizadas en los instrumentos que mostraron que el clima fue como si el eclipse no estuviese ocurriendo, dando a los investigadores una idea mucho más precisa de sus efectos.

 "El eclipse fue como un experimento natural gigante," dice la Dra. Suzanne Gray de la Universidad de Reading, autora principal del artículo. El estudio muestra que los científicos pueden usar ahora modelos de alta resolución del tiempo para evaluar cambios meteorológicos locales de pequeña magnitud, como los causados ​​por los eclipses solares.Los resultados muestran que la velocidad media del viento a través del interior de las nubes de la región del sur de Inglaterra se redujo en 0,7 metros por segundo, y que la dirección del viento giró hacia la izquierda en un promedio de 17 °. Las temperaturas también se redujeron en un promedio de alrededor de 1 ° C.
El trabajo previo sobre el tema se ha basado solamente en mediciones en algunos lugares, y no de una red como en este caso. Y anteriormente, tampoco se compararon estas medidas con un modelo meteorológico para predecir lo que hubiera sido posible sin el eclipse.
Con los adelantos tecnológicos actuales, podemos tener una idea más clara del impacto en los vientos que causan los eclipses.Las temperaturas son propensas a caer cuando la Tierra se ve privada de la luz solar, al igual que lo hace por la noche. Por ello varía las velocidades del viento: el enfriamiento de la atmósfera cerca del suelo elimina energía en el viento, amortiguando su turbulencia, lo que provocará una disminución de su velocidad. Lo que fue una sorpresa en este estudio es encontrar que el viento variara de dirección.
Los efectos fueron tan pronunciados que pueden verse incluso en las mediciones que se tomaron por hora, lo cual es muy poco frecuente en el contexto de un evento tan transitorio como un eclipse.
Los resultados parecen encajar con la hipótesis propuesta en 1901 por H. Helm Cleyton, uno de los primeros científicos en investigar el impacto de los eclipses en el tiempo, quien sugirió que cuando la sombra gigantesca de la luna cae sobre la Tierra, hace que alrededor de un núcleo de aire frío se formen ciclones débiles de corta duración, sesgando los vientos en sentido antihorario.






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