"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


miércoles, 20 de abril de 2011

Los bebés producen los patrones de melodía típicos del idioma ambiente durante su vida fetal


Desde sus primeros días, el llanto de los recién nacidos lleva la marca del idioma que hablan los padres. Los hallazgos, publicados hoy en la edición on line de la revista Current Biology, sugieren que los bebés comienzan a recoger los elementos de lo que será su primer idioma en el útero y desde luego, mucho antes de sus primeros balbuceos.

 El hallazgo más importante del estudio no es que los neonatos humanos son capaces de producir diferentes melodías de llanto, sino que prefieren reproducir los patrones de melodía típicos del idioma ambiente que han oído durante su vida fetal, en el último trimestre de gestación", afirma Kathleen Wermke, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Würzburg en Alemania.
Al contrario de las interpretaciones ortodoxas, según los expertos estos datos apoyan la importancia del llanto de los bebés para el desarrollo del lenguaje. "Estos nuevos datos demuestran el impacto tan temprano del idioma nativo", sostienen los investigadores.
Los recién nacidos prefieren la voz de su madre sobre otras voces y perciben el contenido emocional de los mensajes transmitidos mediante contornos de entonación en el habla materna (también conocido como "maternés", la forma característica del habla que emplean los adultos al dirigirse a los niños pequeños). Debido a que el contorno de la melodía puede ser el único aspecto del habla de la madre que los recién nacidos son capaces de imitar, esta podría ser una razón que explicase la imitación del contorno melódico en una edad tan tempana.
"Su preferencia perceptiva por el idioma circundante y su habilidad para distinguir entre diferentes idiomas y cambios de entonación están basadas principalmente en la melodía", explica Wermke. Aunque se sabe que la exposición prenatal al idioma nativo tiene una influencia en la percepción de los recién nacidos, los científicos pensaban que el idioma circundante afectaba a la producción de sonidos mucho más tarde. Pero ahora parece que no es así.
Para llegar a esas conclusiones, los investigadores analizaron el llanto de 60 bebés sanos con 5 días de edad, 30 nacidos en familias de habla francesa y 30 en familias de habla alemana. Su análisis reveló diferencias claras en la forma de las melodías del llanto de los recién nacidos de acuerdo con su idioma materno.
"Mientras los recién nacidos franceses tienden a llorar con un contorno de melodía ascendente, los recién nacidos alemanes prefieren un contorno de melodía descendente en su llanto. Esos patrones son coherentes con las diferencias características entre los dos idiomas", concluye Wermke.
Estudios anteriores sobre imitación vocal demostraron que los bebés pueden imitar los sonidos de vocales que les presentan interlocutores adultos con sólo 12 semanas de edad. Además, otras investigaciones mostraron que los fetos humanos son capaces de memorizar sonidos del mundo externo a partir del tercer trimestre de gestación, y poseen una sensibilidad a los contornos melódicos de la música y el lenguaje.

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