"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


lunes, 7 de febrero de 2011

Proyectos MILLENNIUM y ACQWA


Un equipo internacional de investigadores ha descubierto nuevos indicios de la influencia del clima en las sociedades antiguas. El estudio, publicado en la revista Science, revela el hecho de que los periodos de inestabilidad climática suelen coincidir con épocas turbulentas de la historia de Europa. Esta investigación fue financiada en parte por los proyectos MILLENNIUM y ACQWA, desarrollados en el marco del Sexto y Séptimo Programa Marco de la UE (6PM y 7PM) respectivamente. MILLENNIUM («Clima europeo del último milenio») recibió más de 12 millones de euros del Área temática del 6PM «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas», mientras que ACQWA fue financiado con cerca de 6,5 millones de euros a través del Tema «Medio ambiente» del 7PM.)

Este equipo, dirigido por el Instituto de Silvicultura de la Universidad de Friburgo (Alemania) y el Instituto Federal Suizo de Investigaciones (WSL), contó con la participación de climatólogos, geógrafos, arqueólogos e historiadores. Gracias al estudio dendrológico de más de 7.000 muestras de árboles sub-fósiles, históricos y vivos, consiguieron reconstruir la historia de las temperaturas y las precipitaciones estivales de Europa central remontándose más de 2.500 años, un registro mucho más amplio que los 1.500 años utilizados en estudios anteriores.
El equipo comparó las variaciones en el clima estival europeo con episodios y acontecimientos de la historia de la humanidad como plagas, migraciones o la Guerra de los Treinta Años. Sus conclusiones aportaron nuevos datos sobre la importancia del cambio climático en la riqueza agraria y en la bonanza económica.
Según los autores del estudio, «las variaciones climáticas han influido en la productividad agrícola, las condiciones de salud y el nivel de conflicto que vivieron las sociedades preindustriales». «No obstante, debido a la escasez de indicios paleoclimatológicos de alta resolución, es difícil discernir entre los factores medioambientales y antropogénicos que afectaron a las civilizaciones antiguas. En este estudio presentamos tres reconstrucciones dendrológicas de la variabilidad de las precipitaciones y las temperaturas estivales europeas durante los últimos 2.500 años. El calentamiento de estos últimos años es un fenómeno sin precedentes, pero las variaciones hidroclimáticas actuales podrían haberse visto superadas ocasionalmente en magnitud y duración.»
Los investigadores destacaron que gracias a la información climática que se encuentra almacenada en los árboles fue posible establecer paralelismos entre las fluctuaciones naturales en las precipitaciones y las temperaturas y el desarrollo de las sociedades europeas. Descubrieron, por ejemplo, que el clima estival europeo en la época romana fue relativamente cálido y húmedo, y bastante estable. Según los investigadores, las variaciones más acusadas que se produjeron en el periodo 250-600 DC coinciden con la caída del Imperio Romano de Occidente y las penurias del Periodo de las Grandes Migraciones, época ésta en la que la población europea sufrió una importante reestructuración.
Asimismo, descubrieron que los veranos húmedos y suaves acompañaron al rápido crecimiento político y cultural de la Europa medieval, y que las inclemencias del clima podrían haber afectado a las enfermedades que contribuyeron al desencadenamiento de la crisis económica que tuvo lugar durante la pandemia de la Peste Negra del siglo XIV.
El equipo observó que las temperaturas mínimas a principios de los siglos XVII y XIX coincidieron con el abandono de asentamientos que se produjo durante la Guerra de los Treinta Años y las migraciones masivas de la población europea hacia América respectivamente.
«Durante los periodos de prosperidad de las épocas romana y medieval se sucedieron veranos húmedos y cálidos», explicaron los autores. «La intensificación de la variabilidad climatológica que tuvo lugar entre 250 - 600 DC coincidió con el desmoronamiento del Imperio Romano de Occidente y el caos del Periodo de las Grandes Migraciones. Las circunstancias históricas podrían poner en entredicho la reciente reticencia política y fiscal a paliar el cambio climático que se ha pronosticado», añadieron.
El equipo advirtió de que los efectos en las sociedades humanas del cambio climático que se avecina podrían ser mucho mayores de lo que prevé la comunidad científica. Por otra parte, afirmaron que es preciso indagar en los complejos vínculos causales existentes entre los cambios climáticos del pasado y las respuestas humanas.








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