"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


miércoles, 19 de enero de 2011

Las colisiones demasiado fuertes de galaxias reducen la formación de estrellas


Bajo la dirección de Jeffrey Kenney, profesor y catedrático de astronomía en la Universidad de Yale, el equipo observó un espectacular complejo de filamentos de gas caliente de 400.000 años-luz de largo conectando la galaxia elíptica M86 y la galaxia espiral NGC 4438 en el cúmulo de galaxias de Virgo. Estos filamentos son una llamativa evidencia de una colisión a alta velocidad, previamente ignorada, entre esas galaxias.

Los nuevos datos demuestran que este sistema representa la colisión reciente más cercana entre una gran galaxia elíptica y una gran galaxia espiral. Este descubrimiento proporciona una de las evidencias más claras hasta ahora de colisión a gran velocidad entre galaxias grandes, y hace pensar en una explicación creíble, alternativa a la de los agujeros negros, para la notable reducción de la formación de estrellas en las galaxias más grandes.
Previamente, los científicos habían visto los filamentos de gas alrededor de ambas galaxias, pero no habían observado ni inferido conexión alguna entre ambas, ubicadas aproximadamente a 50 millones de años-luz de la Tierra. Las nuevas imágenes muestran extensas y débiles emisiones que conectan directamente a las dos galaxias, y no hay ninguna estrella obvia en los filamentos.
Como en la mayoría de las galaxias elípticas, el gas dentro de la M86 está sumamente caliente e irradia rayos X en un largo penacho que se había interpretado previamente como una cola de gas arrancada de la M86 y cayendo en el cúmulo de Virgo. En cambio, la nueva imagen sugiere que muchas de las perturbaciones en la M86 son debidas a la colisión con la NGC 4438.
Actualmente es un misterio en la astronomía qué es lo que hace que las galaxias más grandes en el universo, principalmente las galaxias elípticas como la M86, dejen de formar estrellas.
Las colisiones a bajas velocidades entre las galaxias pequeñas o medianas producen a menudo un incremento en la tasa de formación local de estrellas, pero, según los autores del estudio, en las colisiones a altas velocidades que son frecuentes entre las grandes galaxias, la energía de la colisión puede hacer que el gas se caliente tanto que no le resulte fácil enfriarse hasta el estado en el que puede concentrarse para formar estrellas.






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