"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


sábado, 17 de julio de 2010

El Observatorio Europeo Austral toma una nueva imagen de el "Ojo de Dios"

El ESO, en sus siglas en inglés, ha obtenido una nueva imagen profunda de la nebulosa planetaria Helix, conocida también por los astrónomos como "el Ojo de Dios" debido a su aspecto.
 
H elix aparece por primera vez en un listado de objetos nuevos compilado por el astrónomo alemán Karl Ludwig Harding en 1824 y su nombre proviene de las primeras observaciones que revelaban la forma de un tosco tirabuzón. La novedosa imagen se obtuvo empleando el Wide Field Imager del Observatorio del ESO de La Silla (Chile). A pesar de que la exposición fue relativamente corta, podemos ver "un rico trasfondo de galaxias distantes" que generalmente no son visibles en otras fotografías de este objeto ya que, según explican, "es difícil de observar en luz visible ya que su luz está finamente dispersa a lo largo de una gran área del cielo".
Estos objetos exóticos no tienen nada que ver con planetas, sino que son el último florecer de estrellas semejantes al Sol antes de su retiro final como enanas blancas. De este modo, desde la superficie, la estrella expulsa capas de gas que brillan bajo la radiación ultravioleta emitida por la tenue pero muy calurosa estrella central.

Una estructura "inesperada y compleja"
La nebulosa, denominada también NGC 7293, se sitúa a unos 700 años-luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Acuario. Su anillo principal mide alrededor de dos años-luz de ancho, lo que equivale a la mitad de la distancia que hay entre el Sol y la estrella más cercana a éste. Debido a su relativamente cercanía (cubre un área del cielo cercana a la cuarta parte de la Luna llena), puede ser estudiada con mucho mayor detalle que la mayoría de nebulosas planetarias y se ha descubierto que tiene "una estructura inesperada y compleja", explican desde la ESO.
A pesar de su parecido con una rosquilla, los estudios han mostrado que posiblemente está formada por al menos dos discos separados con anillos y filamentos externos. El disco interior más brillante parece estar expandiéndose a unos 100.000 km/h y habría demorado alrededor de 12.000 años en formarse.
Todo lo que rodea el interior del anillo son pequeñas formaciones, conocidas como "nódulos cometarios"", con tenues colas que se extienden a partir de la estrella central. Se parecen mucho a pequeñas gotas de líquido escurriendo por un vidrio.
Según indica el observatorio, "una mirada cuidadosa a su parte central revela no sólo los nódulos sino también muchas galaxias remotas que se ven a través del gas brillante finamente extendido". "Algunas de ellas parecen estar reunidas en grupos de galaxias separados, que se esparcen a través de varias partes de la fotografía, como por ejemplo, alrededor de la enana blanca central", añade.


 

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