"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


miércoles, 15 de febrero de 2012

Evolución de la misión Planck


La misión Planck de la ESA ha revelado que nuestra galaxia contiene islas anteriormente desconocidas de gas frío y una misteriosa bruma de microondas. Estos resultados dan a los científicos un nuevo tesoro donde mirar y los deja un paso más cerca de desvelar los planos de la estructura cósmica. Los nuevos resultados se presentan esta semana en una conferencia internacional en Bolonia, Italia, donde astrónomos de todo el mundo debaten los resultados intermedios de la misión. Estos resultados incluyen el primer mapa de monóxido de carbono que cubre todo el cielo. El monóxido de carbono es un constituyente de las nubes frías que pueblan la Vía Láctea y otras galaxias. Principalmente compuestas de moléculas de hidrógeno, estas nubes proporcionan la reserva a partir de la cual nacen las estrellas.

"Sin embargo, las moléculas de hidrógeno son difíciles de detectar debido a que no emiten radiación fácilmente. El monóxido de carbono se forma bajo condiciones similares, e incluso aunque es mucho más raro, emite luz más fácilmente y, por tanto, es más fácil de detectar. Por esto, los astrónomos lo usan para rastrear las nubes de hidrógeno.
Planck resultó ser un excelente detector de monóxido de carbono por todo el cielo", dice el colaborador de Planck Jonathan Aumont del Instituto de Astrofísica Espacial de la Universidad París XI Orsay, en Francia.
Los estudios del monóxido de carbono llevados a cabo con radiotelescopios desde tierra requieren mucho tiempo, de aquí que estén limitados a porciones del cielo donde ya se sabe que existen nubes moleculares, o se espera que existan.
"La gran ventaja de Planck es que escanea todo el cielo, permitiéndonos detectar concentraciones de gas molecular donde no se esperaba encontrarlo", dice el Dr. Aumont.
Planck también ha detectado una misteriosa bruma de microondas que actualmente no tiene explicación.
Procede de la región alrededor del centro galáctico y tiene el aspecto de una forma de energía conocida como emisión de sincrotrón. Ésta se produce cuando los electrones pasan a través de un campo magnético tras haber sido acelerados por explosiones de supernova.
La curiosidad es que la emisión de sincrotrón asociada con la bruma galáctica exhibe distintas características de las emisiones de sincrotrón vistas en cualquier otro punto de la Vía Láctea.
La bruma galáctica muestra lo que los astrónomos llaman un espectro "duro": su emisión no declina tan rápidamente con el aumento de energía.
Se han propuesto varias explicaciones para este inusual comportamiento, incluyendo tasas de supernova más altas, vientos galácticos e incluso la aniquilación de las partículas de materia oscura.
Hasta el momento, no se ha confirmado ninguno y sigue siendo un misterio.
"Los resultados logrados hasta el momento por Planck sobre la bruma galáctica y la distribución del monóxido de carbono nos proporciona una nueva visión sobre algunos interesantes procesos que tienen lugar en nuestra galaxia", dice Jan Tauber, científico del proyecto Planck.
El objetivo principal de Planck es observar el Fondo de Microondas Cósmico (CMB), la radiación reliquia del Big Bang, y medir su información codificada sobre los constituyentes del universo y el origen de la estructura cósmica.
Pero sólo puede alcanzarse una vez que todas las fuentes de emisión en primer plano, tales como las señales de la bruma galáctica y el monóxido de carbono, se han identificado y eliminado.
"La larga y delicada tarea de eliminar las señales en primer plano nos proporciona excelentes conjuntos de datos que arrojan luz sobre temas candentes en la astronomía galáctica y extragaláctica por igual", dice el Dr. Tauber.
"Buscamos caracterizar todas las señales en primer plano para luego revelar el CMB con un detalle sin precedente".
El primer conjunto de datos cosmológico de Planck se espera que se publique en 2013.

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