Atletas participantes en la prueba de los 60 metros en la Reunión de Flandes, el 18 de febrero en Ghent. ¿La humanidad es una comunidad de seres agresivos y brutalmente competitivos? No, responde cada vez más la investigación biológica, destacando la tendencia natural de los humanos y los animales superiores a la cooperación y la asistencia mutua.
Atletas participantes en la prueba de los 60 metros en la Reunión de Flandes, el 18 de febrero en Ghent. ¿La humanidad es una comunidad de seres agresivos y brutalmente competitivos? No, responde cada vez más la investigación biológica, destacando la tendencia natural de los humanos y los animales superiores a la cooperación y la asistencia mutua.
¿La humanidad es una comunidad de seres agresivos y brutalmente competitivos? No, responde cada vez más la investigación biológica, destacando la tendencia natural de los humanos y los animales superiores a la cooperación y la asistencia mutua.
"Los seres humanos tienen una gran cantidad de tendencias pro-sociales", dijo Frans de Waal, biólogo de la estadounidense Universidad de Emory, en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), que finalizó el lunes en Vancouver, oeste de Canadá.
Una nueva investigación sobre los animales superiores, que abarca desde primates y elefantes hasta ratones, muestra que comportamientos como la cooperación tienen una base biológica, dijo De Waal, autor de "The Age of Empathy: Nature's Lessons for a Kinder Society" (La Era de la Empatía: Lecciones de la naturaleza para una sociedad más amable).
Hasta hace sólo 12 años, la opinión generalizada entre los científicos era que los humanos eran esencialmente "desagradables", pero con el tiempo desarrollaron una capa, aunque fina, de moralidad, dijo Waal dijo a los científicos y periodistas de 50 países reunidos en el foro, uno de los más importantes a nivel mundial.
Pero los niños humanos, y la mayoría de los animales superiores, tienen una "moralidad" en un sentido científico, porque necesitan cooperar unos con otros para reproducirse y transmitir sus genes, dijo.
Las investigaciones han refutado la visión dominante desde el siglo XIX, típica de la argumentación del biólogo Thomas Henry Huxley, de que la moralidad no está en la naturaleza sino que es algo creado por los seres humanos, dijo De Waal.
Y las afirmaciones comunes de que esta dura visión fue promovida por Charles Darwin, el llamado padre de la evolución, también están equivocadas, dijo.
"Darwin fue mucho más inteligente que la mayoría de sus seguidores", dijo De Waal, citando "El Origen del Hombre", la obra del científico británico que señala que los animales que desarrollan "instintos sociales bien marcados, inevitablemente adquirirán un sentido moral o conciencia".
De Waal mostró videos de laboratorio que revelan la angustia de un mono al que se le negó una recompensa que recibió otro mono, y de una rata dejando de comer chocolate con el fin de ayudar a otra rata a escapar de una trampa.
Esta investigación muestra que los animales naturalmente tienen tendencias pro-sociales de "reciprocidad, equidad, empatía y consuelo", dijo De Waal, un biólogo holandés en la Universidad de Emory en Atlanta, Georgia (sureste de Estados Unidos).
"La moralidad humana es impensable sin la empatía", señaló.
Preguntado sobre si la aceptación generalizada de la empatía como algo natural cambiará la intensa competencia en la que se basan el sistema económico y político capitalista, de Waal bromeó: "Yo sólo soy un observador de los monos".
Pero dijo a los periodistas que la investigación también señala que los animales solo muestran empatía a los animales con los que están familiarizados en su "grupo", e indicó que la comptencia es una tendencia natural de los hombres en un mundo globalizado.
La "moralidad" se desarrolló entre los humanos de pequeñas comunidades, dijo, y agregó: "Es un desafío ... es experimental para la especie humana aplicar al mundo entero un sistema destinado a grupos" pequeños.