"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


viernes, 18 de mayo de 2012

Descubren un calendario maya en un mural


Se hallan antiguos registros astronómicos en las paredes pintadas de una sala. Tablas astronómicas que datan de la edad de oro de la civilización maya han salido a la luz inesperadamente en los muros de una sala de unos 1200 años de antigüedad en Guatemala. Los jeroglíficos y números pintados en los muros de estuco de una estructura construida durante la civilización clásica maya registra los ciclos de la Luna y, posiblemente de Marte, Venus y Mercurio, dicen el arqueólogo de la Universidad de Boston William Saturno y sus colegas. Las excavaciones de 2010 y 2011 en Xultun, un yacimiento Maya descrito por primera vez en 1915, revelaron que los murales cubrieron en algún momento tres de los muros interiores de la sala y su techo abovedado.

Hasta ahora, las tablas astronómicas mayas se conocían por los libros hechos con papel de corteza - conocídos como el Códice de Dresden - creados 400 años o más después de la caída de la civilización, alrededor del año 900, según informan los investigadores en el ejemplar del 11 de mayo de la revista cience. "Los hallazgos en Xultun proporcionan las primeras pruebas directas de información astronómica procedente de la cumbre de la literatura glífica maya, el periodo clásico", señala el arqueólogo Stephen Houston de la Universidad de Brown. Según él, el registro de tablas astronómicas en muros en lugar de en un libro es "desconcertante, incluso asombroso".
Una sección del muro de Xultun contiene números con barras y puntos en columnas que recuerdan a las tablas astronómicas del Códice de Dresden. Los jeroglíficos de la Luna aparecen por encima de al menos cinco columnas. Estas tablas registran meses lunares, en conjuntos de seis meses, a lo largo de aproximadamente 13 años. El número 13 tienen un significado especial en la organización del calendario maya.
"Es tan complejo como si alguien de la actualidad tomase un libro de texto y lo pintase en una pared", dice el arqueólogo Charles Golden de la Universidad de Brandeis en Waltham, Massachusetts.
Registros numéricos similares en Xultun y en el Códice de Dresden sugieren que los mayas transmitieron y revisaron información astronómica durante muchas generaciones después del colapso de la era clásica, dice Saturno.
Una tabla de eclipses solares y lunares en el Códice de Dresden empieza a mitad del siglo VIII, lo que indica que el documento estaba basado en información de al menos 50 años antes de los hallazgos de Xultun, según escriben los antropólogos Harvey Bricker y Victoria Bricker, ambos de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, en un corre electrónico conjunto.
En referencia a los cálculos del momento inicial del Códice de Dresden para las tablas astroómicas, los Brickers dicen que los números se corresponden con un registro Xultun de un periodo de casi exactamente 198 estaciones de eclipses. Cada temporada de eclipses de 37 días contiene al menos un eclipse solar y uno lunar.
"Los especialistas en rituales de Xultun, como los autores del Códice de Dresden, estaban preocupados no sólo por el ciclo mensual lunar sino por los ciclos mucho más largos de los eclipses solares y lunares", concluyen los Brickers. Por lo que los mayas de Xultun usaron los muros como bloc de notas para construir registros astronómicos, según sugieren los autores.
Un banco de yeso en la sala Xultun, que recuerda a los bancos que usaban los gobernantes mayas en las recepciones de la corte, se sitúa frente a la pintura de un rey que habla a su arrodillado séquito, dice el arqueólogo David Freidel de la Universidad de Washington en St. Louis. Los jarrones clásicos mayas muestran similares escenas de la corte, a veces con humanos y dioses escribiendo en tablillas, señala Freidel. No se han encontrado descripciones de nadie escribiendo en muros.







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