"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


lunes, 19 de octubre de 2009

9DE JULIO, DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA.

El 9 de julio 2009, confirma cómo cada vez más las fechas patrias van perdiendo el significado que han tenido y deberían tener: la vigencia del patriotismo.

La gripe A ha servido de pretexto para incluso suspender las mínimas conmemoraciones que se hacían en los últimos años en la ciudad de Buenos Aires, ya que hasta el Regimiento de Patricios suspendió su participación en los modestos actos que se realizan en la Avenida de Mayo.

Frente al profundo significado que esta fecha debería tener, cabe plantearse si realmente hoy en la Argentina se vive el patriotismo.

Una buena definición de este término es la que da Jorge Luis Borges en su poema conmemorativo del sesquicentenario del 9 de julio de 1816, escrito hace casi medio siglo. Dice allí: "Nadie es la patria pero todos lo somos".

Ninguna persona, partido o sector puede arrogarse la representación de ella, ya que la forman todos quienes se sienten argentinos. La patria tiene que ver con el arraigo, la tierra de los padres. Es algo que se vive, pero que a la vez se lleva dentro.

El mencionado poema de Borges se llama "Oda escrita en 1966" e integra el volumen El otro, el mismo de 1964 . Se adelantó dos años al escribir en homenaje al Sesquicentenario de la Independencia.

En dos oportunidades comienza afirmando Nadie es la Patria y entre otros conceptos dice:

"Nadie es la Patria. Ni siquiera el tiempo
cargado de batallas, de espadas y de éxodos.

Más adelante agrega

"La patria, amigos, es un acto perpetuo
como el perpetuo mundo".

Difícil emancipación. Pero tras hacer referencia a quienes declararon la independencia en circunstancias por demás difíciles para la emancipación americana, finaliza diciendo:

"Somos el porvenir de esos varones,
la justificación de aquellos muertos;
nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan estas sombras
que debemos salvar.
Nadie es la patria pero todos lo somos".

Los argentinos suelen decir que no tienen identidad. Pero son los únicos que creen que no la tienen. Para los extranjeros, los argentinos son fácilmente identificables del resto de los países sudamericanos.

Borges y Maradona. El problema es que somos Borges -el escritor latinoamericano de cultura más universal- y Maradona -el ídolo popular amoral-, al mismo tiempo. Lo difícil de asumir es que somos ambas cosas a la vez. Es que somos un pueblo complejo, ambiguo y contradictorio.

El sentimiento de patria se incentiva en la familia, la escuela y desde las políticas del estado.

En los últimos años, las autoridades nacionales, han asumido actitudes como la no participación en el tedeum; la ausencia de ellas en desfiles y ceremonias militares y aniversarios de próceres como San Martín; el no uso de la escarapela y del embanderamiento de casas y edificios, son hechos que van debilitando la cultura del patriotismo, y que van construyendo la identidad de la Nación.

El debilitamiento de estas manifestaciones tiene un rol importante en la falta de percepción de los valores patrióticos, lo mismo que la ausencia de conocimiento de la historia.

La realidad es que los argentinos tenemos un patriotismo un tanto ciclotímico. Como en otras situaciones o fenómenos, pasamos de la euforia a la depresión.

Hay momentos en que nos podemos dejar llevar por una explosión patriótica, para después pensar que nuestro país es un fracaso y una constante frustración.

Ciclotimia. Se pasa de creer que somos los mejores a creernos los peores. Nos falta equilibrio para asumir nuestros defectos, para neutralizarlos o atenuarlos, y quizás también madurez.

Pienso que los hábitos patrióticos comienzan por el servicio a los demás, la preocupación por la comunidad, el valor de la solidaridad y el interés por lo colectivo.

Pero también, el patriotismo debe ser alimentado por el cultivo de ciertas manifestaciones y el cuidado y transmisión de tradiciones.

En esto los EEUU son muy cuidadosos, por ejemplo, con el rol que asignan a la bandera y la reverencia con la cual la tratan, o las veces que aparece en las películas de la industria de Hollywood.

El no patriotismo tiene que ver con el egoísmo social, con la subestimación de lo propio, la negación de la historia y la tradición.

Y Borges, que combinaba en particular simbiosis la universalidad de su cultura con el amor por sus raíces, al recordar nuestra Independencia, nos dice que debemos

"Ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros
de ser lo que ignoraban, argentinos,
de ser lo que serían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa".

El 25 de Mayo de 2009, debió haber sido el preámbulo de los festejos del Bicentenario, pero no lo fue, por la misma razón por la cual hoy pasa casi desapercibido el 9 de julio.

Desde la perspectiva del presente, la negación a la evocación patriótica, es desperdiciar la oportunidad para que la sociedad argentina se reencuentre, reflexione sobre si misma y mire hacia el futuro sin divisiones ni resentimientos, debiendo tener el patriotismo, la misma vigencia que en el pasado

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