El informe "Análisis nacional e internacional de la cambiante densidad forestal" apareció en la revista científica de internet "PLoS One".
WASHINGTON.- Los bosques de Norteamérica y Europa, así como los de otras áreas del mundo, son más densos y más eficientes a la hora de capturar el dióxido de carbono que causa el calentamiento global, según un estudio dado a conocer hoy.
El informe "Análisis nacional e internacional de la cambiante densidad forestal" apareció en la revista científica de internet "PLoS One" y ha sido realizado, entre otros, por los investigadores Aapo Rautiainen, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), y Paul Waggoner, de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos).
El estudio indica que en las dos últimas décadas, la densidad forestal ha aumentado en 68 países que representan el 72 % de la masa de bosques del mundo y el 68 % de la masa de carbono registrada.
"La creciente densidad fue responsable de un sustancial aumento del carbón capturado en las regiones europeas y norteamericanas, a pesar de los pequeños cambios en área", señaló el estudio.
Según los investigadores, en el caso estadounidense, aunque la extensión forestal entre 1953 y 2007 sólo creció un 0,5 %, el volumen aumentó un 51 %.
En Europa, Rautiainen explicó a Efe que "tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se perdieron grandes extensiones forestales, se replantaron los bosques en pocas décadas. La estructura de la edad de los bosques cambió y ahora están aumentando en densidad con gran rapidez".
Rautiainen también señaló que "en España, en las dos últimas décadas, la superficie forestal se ha expandido muy rápidamente".
En el resto del mundo, no hay tanta información disponible pero los investigadores dijeron que en África y Suramérica, que en las dos últimas décadas ha reducido su extensión forestal 10 %, ha perdido menos carbono lo que indica una pequeño aumento de la densidad forestal.
Rautiainen dijo que "el ligero aumento de la densidad en África y Suramérica ha ayudado a suavizar las consecuencias de la deforestación en los dos continentes"
Y en Asia, la densidad ha aumentado en la última década en 10 de los 21 países de la región aunque la gran perdida de masa forestal en Indonesia, y en menor medida en Malasia, ha hecho que los números globales de almacenamiento de carbono del continente se hayan mantenido sin cambios durante el periodo.
Waggoner declaró a Efe que su estudio intenta recalcar "la importancia de medir la densidad de los bosques y no sólo su extensión".
Tanto Waggoner como Rautiainen indicaron que la principal razón en todos los casos del aumento de la densidad forestal ha sido la acción de los seres humanos, principalmente por la mejora de la gestión de los bosques.
Y en el caso de Estados Unidos Waggoner también apuntó al abandono de granjas en la zona este del país, que han sido recuperadas como zonas forestales.
"El gran papel de la densidad significa que no sólo la conservación del área forestal puede mitigar las emisiones de carbono sino también la gestión de bosques más densos y saludables", añadió Rautiainen.
En ese sentido Waggoner también declaró que deben ir "más allá de las mediciones de área y aplicar métodos forestales utilizados tradicionalmente para medir volúmenes madereros".
"El estudio permite ser más optimistas. Aunque hay razones para estar preocupados por la situación de los bosques en el mundo, hay motivos para ser optimistas. Incluso cuando las áreas forestales se estabilizan hay posibilidades de aumentar la captura de carbono", concluyó Waggoner.
El informe "Análisis nacional e internacional de la cambiante densidad forestal" apareció en la revista científica de internet "PLoS One" y ha sido realizado, entre otros, por los investigadores Aapo Rautiainen, de la Universidad de Helsinki (Finlandia), y Paul Waggoner, de la Universidad Rockefeller (Estados Unidos).
El estudio indica que en las dos últimas décadas, la densidad forestal ha aumentado en 68 países que representan el 72 % de la masa de bosques del mundo y el 68 % de la masa de carbono registrada.
"La creciente densidad fue responsable de un sustancial aumento del carbón capturado en las regiones europeas y norteamericanas, a pesar de los pequeños cambios en área", señaló el estudio.
Según los investigadores, en el caso estadounidense, aunque la extensión forestal entre 1953 y 2007 sólo creció un 0,5 %, el volumen aumentó un 51 %.
En Europa, Rautiainen explicó a Efe que "tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se perdieron grandes extensiones forestales, se replantaron los bosques en pocas décadas. La estructura de la edad de los bosques cambió y ahora están aumentando en densidad con gran rapidez".
Rautiainen también señaló que "en España, en las dos últimas décadas, la superficie forestal se ha expandido muy rápidamente".
En el resto del mundo, no hay tanta información disponible pero los investigadores dijeron que en África y Suramérica, que en las dos últimas décadas ha reducido su extensión forestal 10 %, ha perdido menos carbono lo que indica una pequeño aumento de la densidad forestal.
Rautiainen dijo que "el ligero aumento de la densidad en África y Suramérica ha ayudado a suavizar las consecuencias de la deforestación en los dos continentes"
Y en Asia, la densidad ha aumentado en la última década en 10 de los 21 países de la región aunque la gran perdida de masa forestal en Indonesia, y en menor medida en Malasia, ha hecho que los números globales de almacenamiento de carbono del continente se hayan mantenido sin cambios durante el periodo.
Waggoner declaró a Efe que su estudio intenta recalcar "la importancia de medir la densidad de los bosques y no sólo su extensión".
Tanto Waggoner como Rautiainen indicaron que la principal razón en todos los casos del aumento de la densidad forestal ha sido la acción de los seres humanos, principalmente por la mejora de la gestión de los bosques.
Y en el caso de Estados Unidos Waggoner también apuntó al abandono de granjas en la zona este del país, que han sido recuperadas como zonas forestales.
"El gran papel de la densidad significa que no sólo la conservación del área forestal puede mitigar las emisiones de carbono sino también la gestión de bosques más densos y saludables", añadió Rautiainen.
En ese sentido Waggoner también declaró que deben ir "más allá de las mediciones de área y aplicar métodos forestales utilizados tradicionalmente para medir volúmenes madereros".
"El estudio permite ser más optimistas. Aunque hay razones para estar preocupados por la situación de los bosques en el mundo, hay motivos para ser optimistas. Incluso cuando las áreas forestales se estabilizan hay posibilidades de aumentar la captura de carbono", concluyó Waggoner.
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