Estos organismos unicelulares que fueron descubiertos allá por 1800 mediante un proceso de observación microscópica realizado por el científico Antony Van Leeuwenhoek y nombradas así por Ehrenberg en 1828, años más tarde serían estudiados por Louis Pasteur y Robert Koch. Justo en este punto de la historia se comenzó a hablar de las bacterias como la causa de algunas enfermedades.
Las bacterias varios tipos de bacterias, están presentes en casi todas partes y pueden sobrevivir a casi todo, incluso nuestro cuerpo desde que nace es cohabitado por millones de ellas sin que nos demos cuenta.
Si bien algunas son responsables de causar enfermedades, la mayoría nos proveen muchos beneficios, ya que cuando están en perfecto equilibrio, las bacterias fermentan los residuos de nuestra dieta, transforman la energía, producen ácidos grasos, nos protegen de las bacterias que nos enferman incluso estimulando nuestras defensas o formando barreras, producen la vitamina B y K y colaboran evitando la pérdida de minerales en nuestro cuerpo.
Su acción fuera de nuestro organismo es igual de importante, pues colaboran con la biodegradación de los residuos, son vitales para fertilizar la tierra e incluso para combatir ciertas plagas.
Podemos concluir entonces que su acción benéfica o perjudicial dependerá del estado de equilibrio o desequilibrio del medio en el que se desenvuelven todos los organismos, incluso nosotros.
Las bacterias varios tipos de bacterias, están presentes en casi todas partes y pueden sobrevivir a casi todo, incluso nuestro cuerpo desde que nace es cohabitado por millones de ellas sin que nos demos cuenta.
Si bien algunas son responsables de causar enfermedades, la mayoría nos proveen muchos beneficios, ya que cuando están en perfecto equilibrio, las bacterias fermentan los residuos de nuestra dieta, transforman la energía, producen ácidos grasos, nos protegen de las bacterias que nos enferman incluso estimulando nuestras defensas o formando barreras, producen la vitamina B y K y colaboran evitando la pérdida de minerales en nuestro cuerpo.
Su acción fuera de nuestro organismo es igual de importante, pues colaboran con la biodegradación de los residuos, son vitales para fertilizar la tierra e incluso para combatir ciertas plagas.
Podemos concluir entonces que su acción benéfica o perjudicial dependerá del estado de equilibrio o desequilibrio del medio en el que se desenvuelven todos los organismos, incluso nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario