EXPERIMENTO CIENTÍFICO
Hace dos años, otro equipo de científicos almacenó impulsos de energía luminosa cuando las partículas de luz fueron absorbidas por los átomos de un gas. El descubrimiento podría llevar al desarrollo de computadoras cuánticas, ya que el control del movimiento de las partículas de luz puede ayudar al almacenamiento y procesamiento de información.
El experimento
La luz viaja a una velocidad de alrededor de 299.000 kilómetros por segundo, pero modera su marcha cuando pasa a través de algunos materiales, como el vidrio. El equipo disparó un rayo de luz llamado "impulso de señal" a través de un cilindro de vidrio cerrado que contenía un gas caliente con átomos de rubidio. El cilindro fue iluminado por un rayo fuerte de luz conocido como "rayo de control". Cuando el impulso viajaba a través del gas rubidio, los investigadores apagaron el rayo de control; de esta manera, crearon una impresión holográfica del impulso de señal en los átomos de rubidio. Luego encendieron dos rayos de control que crearon un patrón de interferencia que se comportaba como una serie de espejos.
Resultado
La señal de impulso que se volvió a generar intentó seguir su camino por entre el cilindro de gas; los fotones rebotaron de lado a lado, pero la señal total se quedó quieta. En resumidas cuentas, el rayo de luz fue congelado. Los científicos lograron mantener a los fotones "atrapados" de diez a 20 microsegundos. Según Michal Bajcsy, uno de los directores del experimento, este resultado tiene implicaciones en la fabricación de computadoras cuánticas. "En (las computadoras cuánticas) se tiene que transferir la información de fotón a fotón a fotón. Y para poder hacerlo, tienes que hacer que los fotones interactúen entre sí, y controlarlos de manera muy precisa". El experimento también puede dar un empujón a la rama de la cuántica criptográfica, que busca proveer formas seguras de encriptación electrónico.
El experimento
La luz viaja a una velocidad de alrededor de 299.000 kilómetros por segundo, pero modera su marcha cuando pasa a través de algunos materiales, como el vidrio. El equipo disparó un rayo de luz llamado "impulso de señal" a través de un cilindro de vidrio cerrado que contenía un gas caliente con átomos de rubidio. El cilindro fue iluminado por un rayo fuerte de luz conocido como "rayo de control". Cuando el impulso viajaba a través del gas rubidio, los investigadores apagaron el rayo de control; de esta manera, crearon una impresión holográfica del impulso de señal en los átomos de rubidio. Luego encendieron dos rayos de control que crearon un patrón de interferencia que se comportaba como una serie de espejos.
Resultado
La señal de impulso que se volvió a generar intentó seguir su camino por entre el cilindro de gas; los fotones rebotaron de lado a lado, pero la señal total se quedó quieta. En resumidas cuentas, el rayo de luz fue congelado. Los científicos lograron mantener a los fotones "atrapados" de diez a 20 microsegundos. Según Michal Bajcsy, uno de los directores del experimento, este resultado tiene implicaciones en la fabricación de computadoras cuánticas. "En (las computadoras cuánticas) se tiene que transferir la información de fotón a fotón a fotón. Y para poder hacerlo, tienes que hacer que los fotones interactúen entre sí, y controlarlos de manera muy precisa". El experimento también puede dar un empujón a la rama de la cuántica criptográfica, que busca proveer formas seguras de encriptación electrónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario