Entre los distintos tipos de formaciones nubosas, las cumulonimbus están entre las más impresionantes y también entre las más temidas y respetadas. Por ese motivo, esta fotografía de una gigantesca nube cumulonimbus, que fue tomada por un astronauta desde la Estación Espacial Internacional, es doblemente impactante.
Las nubes cumulonimbus se forman debido a la presencia de una fuerte corriente ascendente de aire húmedo, caliente e inestable. El aire de la superficie recibe el intenso calor del suelo y se eleva rápidamente, causando un movimiento rotativo de las masas de aire conocido como convección. Si la humedad atmosférica presente es suficiente, las gotas de vapor se condensan a medida que la masa de aire se enfrenta con otras masas más frías, a grandes altitudes. A su vez, la masa de aire original se expande y enfría al ascender, debido a que la presión atmosférica es cada vez menor. Este tipo de convección es frecuente en las latitudes tropicales durante todo el año, y en días de verano calurosos en las regiones del planeta normalmente más templadas.
A medida que el agua contenida en la masa de aire ascendente se condensa, y pasa del estado gaseoso al líquido, libera una gran cantidad de energía, lo que contribuye a aumentar el proceso de convección y la elevación de la masa nubosa a mayor altitud. Esto genera las características “torres” verticales vinculadas a las nubes cumulonimbus; un excelente ejemplo de ello se observa en la imagen que dio origen a este artículo. Si existe suficiente humedad en la atmósfera para condensarse y calentar la masa nubosa a lo largo de varios ciclos convectivos, las torres pueden elevarse a unos 10 kilómetros de la superficie e incluso hasta los 20 kilómetros de altura en las regiones tropicales, alcanzando la zona conocida como tropopausa: el límite entre la atmósfera y la estratósfera.
La tropopausa se caracteriza por una fuerte inversión de las temperaturas. Más allá de la tropopausa, el aire ya no se enfría a medida que aumenta la altitud, y por lo tanto, la tropopausa detiene el movimiento ascendente de la masa nubosa. La parte superior de la nube se aplana y adopta la forma de un “yunque”, como se aprecia claramente en esta magnífica fotografía. Cabe destacar que las enormes cantidades de energía generada dentro de las nubes cumulonimbus las convierten en fenómenos meteorológicos temibles, que desencadenan feroces precipitaciones, potentes relámpagos, ocasionales caídas de granizo y también posibles tornados.
La imagen fue tomada por un astronauta desde la Estación Espacial Internacional durante su recorrido por encima de Africa Occidental, en la frontera entre Senegal y Mali. El ángulo de la fotografía permite mostrar de manera espectacular la formación del yunque de la nube, al ingresar a la tropopausa. También se distingue una gran cantidad de formaciones nubosas conocidas como “torres”, rodeando al yunque.
La fotografía, identificada con el número de catálogo ISS016-E-27426, fue tomada el 5 de febrero de 2008 con una cámara digital Kodak 760C equipada con lentes de 400 mm, por un tripulante de la Expedición 16 de la Estación Espacial Internacional, y su difusión está a cargo del Laboratorio de Análisis e Imágenes Científicas del Centro Espacial Johnson. Se puede disfrutar de numerosas imágenes tan fascinantes como la que les mostramos hoy, visitando el sitio web Gateway to Astronaut Photography of Earth, gestionado conjuntamente por la NASA y el Centro Espacial Johnson.
Hemos preparado a esta espectacular imagen para que pueda ser utilizada como fondo de escritorio. Para ello, se debe hacer click sobre el enlace correspondiente a la resolución deseada, y una vez abierta la imagen, pulsar el botón derecho del mouse sobre ella y seleccionar la opción ‘Establecer como fondo’ en el menú del navegador.
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