Esta técnica abre una nueva vía para la investigación celular y representa un cambio fundamental en las consideraciones sobre la función y la capacidad de las células maduras, explican los investigadores. Además, podría suponer la desaparición de todos los dilemas éticos que afronta la investigación con células madre.
En el proceso aplicado se comprobó concretamente que los fibroblastos (tipo de células del tejido conectivo) son receptivos a nuevas instrucciones genéticas, algo que resultó sorprendente para los propios investigadores.
Aún serán necesarias más estudios para que esta técnica de conversión pueda ser utilizada en la práctica clínica, pero los científicos esperan que permita en un futuro que los médicos puedan producir las células cerebrales que necesite cualquier paciente, a partir de una simple muestra de piel o cabello de éste.
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