La tasa de elevación del nivel del mar a lo largo de la costa atlántica de Estados Unidos es actualmente mayor que en ningún otro momento de los últimos 2.000 años.
Además, se ha demostrado que existe una relación constante entre los cambios en la temperatura media de la superficie global del planeta, y el nivel del mar.
Estos son los hallazgos fundamentales de un estudio financiado por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos, y llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Yale, de la Universidad de Pensilvania y de la Woods Hole Oceanographic Institution, entre otras instituciones y centros de investigación estadounidenses.
Analizar el pasado para prever el futuro
Según publica la NSF en un comunicado, la investigación fue realizada para obtener una imagen detallada de las tasas de cambios en el nivel del mar en los últimos dos milenios.
El resultado obtenido constituye ahora un contexto clave para la comprensión de los cambios actuales y futuros del mar. En palabras de Paul Cutler, director del programa de investigación de la División de Ciencias de la Tierra de la NSF: "esta imagen resulta especialmente valiosa para anticipar qué evolución tendrán los sistemas costeros, en los que actualmente vive más de la mitad de la población humana del planeta".
La elaboración de escenarios de posibles elevaciones futuras del nivel del mar depende de la comprensión que se tenga sobre las reacciones del mar en el pasado, ante los cambios climáticos acontecidos en otras épocas.
Gracias a estimaciones exactas sobre la variabilidad de los niveles del agua en otros tiempos, se podrán hacer proyecciones sobre lo que ocurrirá en el futuro, explica Andrew Kemp, investigador de la Universidad de Yale y otro de los autores del estudio.
Dos milenios de historia
Kemp y sus colaboradores desarrollaron la primera reconstrucción continua del nivel del mar en los últimos 2.000 años, y compararon las variaciones en la temperatura global con los cambios en el nivel del mar durante todo ese periodo.
De esta forma, descubrieron que el nivel del mar fue relativamente estable entre el año 200 a.C. y el año 1000 d.C. A partir del siglo XI, el nivel del mar aumentó alrededor de medio milímetro al año, durante 400 años, coincidiendo con un periodo de calentamiento climático conocido como el periodo cálido medieval, que se produjo en la región del Atlántico norte, entre el siglo X y el XIV.
Posteriormente, hubo un segundo periodo de estabilidad en lo que al nivel del mar se refiere, durante una etapa más fría conocida como la Pequeña Edad de Hielo (que duró desde el siglo XIV hasta mediados del XIX). Sin embargo, desde finales del siglo XIX, el nivel del mar ha aumentado más de dos milímetros por año como media, lo que supone la tasa de aumento más rápida de los últimos dos milenios.
Teniendo en cuenta estos resultados se deduce, según otro de los autores del estudio, el investigador de la Universidad de Pensilvania, Benjamin P. Horton, que: "el aumento del nivel del mar es un efecto potencialmente peligroso del cambio climático".
Cómo se hizo la reconstrucción
Para llevar a cabo esta reconstrucción de las variaciones en el nivel del mar, los científicos estudiaron restos de foramníferos, que son microfósiles marinos que se conservan en forma de sedimentos en las marismas costeras de Carolina del Norte, al sudeste de Estados Unidos.
La edad de estos sedimentos fue calculada con la tecnología de datación por radiocarbono, que permite determinar la antigüedad de materiales de hasta 60.000 años. De esta manera, pudo calcularse el momento de la presencia de los foramníferos (y del mar) a diversos niveles de costa.
Para validar estos resultados, los científicos compararon su reconstrucción con otras mediciones anteriores, como registros globales de las mareas llevados a cabo en los últimos 300 años. Asimismo, corrigieron sus datos en función de las elevaciones del nivel del mar ocasionadas por movimientos verticales de tierra.
Constataron así que había una relación constante entre los cambios reconstruidos en el nivel del mar y las temperaturas globales del pasado. Esta coherencia entre ambos factores también puede determinarse hacia el futuro, gracias al modelo de estudio desarrollado, que relaciona la tasa de aumento del nivel del mar con la temperatura global, explican los investigadores.
Según ellos, los datos del pasado ayudarán, por tanto, a realizar proyecciones del aumento del nivel del mar en escenarios futuros, en los que la temperatura global del planeta se habrá incrementado. Los resultados de la presente investigación han aparecido detallados en PNAS.
Océanos en riesgo inminente
La constatación de la relación entre el aumento del nivel del mar y el calentamiento global coincide con otra noticia reciente de gran importancia, que también relaciona los océanos y el cambio climático.
Según un estudio elaborado por el Programa Internacional sobre el Estado del Océano (IPSO), la vida en los océanos está en riesgo inminente de sufrir una extinción masiva, como consecuencia del calentamiento global y de acciones humanas, como la sobrepesca.
Los especialistas han informado, a través de un comunicado emitido por IPSO, que el tiempo para afrontar riesgos, como el final de los arrecifes de coral o la expansión de las llamadas "zonas muertas" del mar, bajas en oxígeno, se acaba.
La investigación ha revelado, además, que la velocidad de la tasa de degradación de los océanos es mucho más rápida de lo que nadie había predicho, y que muchos de los impactos negativos previamente identificados han resultado ser más graves de lo vaticinado por las predicciones más pesimistas.
Además, se ha demostrado que existe una relación constante entre los cambios en la temperatura media de la superficie global del planeta, y el nivel del mar.
Estos son los hallazgos fundamentales de un estudio financiado por la National Science Foundation (NSF) de Estados Unidos, y llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Yale, de la Universidad de Pensilvania y de la Woods Hole Oceanographic Institution, entre otras instituciones y centros de investigación estadounidenses.
Analizar el pasado para prever el futuro
Según publica la NSF en un comunicado, la investigación fue realizada para obtener una imagen detallada de las tasas de cambios en el nivel del mar en los últimos dos milenios.
El resultado obtenido constituye ahora un contexto clave para la comprensión de los cambios actuales y futuros del mar. En palabras de Paul Cutler, director del programa de investigación de la División de Ciencias de la Tierra de la NSF: "esta imagen resulta especialmente valiosa para anticipar qué evolución tendrán los sistemas costeros, en los que actualmente vive más de la mitad de la población humana del planeta".
La elaboración de escenarios de posibles elevaciones futuras del nivel del mar depende de la comprensión que se tenga sobre las reacciones del mar en el pasado, ante los cambios climáticos acontecidos en otras épocas.
Gracias a estimaciones exactas sobre la variabilidad de los niveles del agua en otros tiempos, se podrán hacer proyecciones sobre lo que ocurrirá en el futuro, explica Andrew Kemp, investigador de la Universidad de Yale y otro de los autores del estudio.
Dos milenios de historia
Kemp y sus colaboradores desarrollaron la primera reconstrucción continua del nivel del mar en los últimos 2.000 años, y compararon las variaciones en la temperatura global con los cambios en el nivel del mar durante todo ese periodo.
De esta forma, descubrieron que el nivel del mar fue relativamente estable entre el año 200 a.C. y el año 1000 d.C. A partir del siglo XI, el nivel del mar aumentó alrededor de medio milímetro al año, durante 400 años, coincidiendo con un periodo de calentamiento climático conocido como el periodo cálido medieval, que se produjo en la región del Atlántico norte, entre el siglo X y el XIV.
Posteriormente, hubo un segundo periodo de estabilidad en lo que al nivel del mar se refiere, durante una etapa más fría conocida como la Pequeña Edad de Hielo (que duró desde el siglo XIV hasta mediados del XIX). Sin embargo, desde finales del siglo XIX, el nivel del mar ha aumentado más de dos milímetros por año como media, lo que supone la tasa de aumento más rápida de los últimos dos milenios.
Teniendo en cuenta estos resultados se deduce, según otro de los autores del estudio, el investigador de la Universidad de Pensilvania, Benjamin P. Horton, que: "el aumento del nivel del mar es un efecto potencialmente peligroso del cambio climático".
Cómo se hizo la reconstrucción
Para llevar a cabo esta reconstrucción de las variaciones en el nivel del mar, los científicos estudiaron restos de foramníferos, que son microfósiles marinos que se conservan en forma de sedimentos en las marismas costeras de Carolina del Norte, al sudeste de Estados Unidos.
La edad de estos sedimentos fue calculada con la tecnología de datación por radiocarbono, que permite determinar la antigüedad de materiales de hasta 60.000 años. De esta manera, pudo calcularse el momento de la presencia de los foramníferos (y del mar) a diversos niveles de costa.
Para validar estos resultados, los científicos compararon su reconstrucción con otras mediciones anteriores, como registros globales de las mareas llevados a cabo en los últimos 300 años. Asimismo, corrigieron sus datos en función de las elevaciones del nivel del mar ocasionadas por movimientos verticales de tierra.
Constataron así que había una relación constante entre los cambios reconstruidos en el nivel del mar y las temperaturas globales del pasado. Esta coherencia entre ambos factores también puede determinarse hacia el futuro, gracias al modelo de estudio desarrollado, que relaciona la tasa de aumento del nivel del mar con la temperatura global, explican los investigadores.
Según ellos, los datos del pasado ayudarán, por tanto, a realizar proyecciones del aumento del nivel del mar en escenarios futuros, en los que la temperatura global del planeta se habrá incrementado. Los resultados de la presente investigación han aparecido detallados en PNAS.
Océanos en riesgo inminente
La constatación de la relación entre el aumento del nivel del mar y el calentamiento global coincide con otra noticia reciente de gran importancia, que también relaciona los océanos y el cambio climático.
Según un estudio elaborado por el Programa Internacional sobre el Estado del Océano (IPSO), la vida en los océanos está en riesgo inminente de sufrir una extinción masiva, como consecuencia del calentamiento global y de acciones humanas, como la sobrepesca.
Los especialistas han informado, a través de un comunicado emitido por IPSO, que el tiempo para afrontar riesgos, como el final de los arrecifes de coral o la expansión de las llamadas "zonas muertas" del mar, bajas en oxígeno, se acaba.
La investigación ha revelado, además, que la velocidad de la tasa de degradación de los océanos es mucho más rápida de lo que nadie había predicho, y que muchos de los impactos negativos previamente identificados han resultado ser más graves de lo vaticinado por las predicciones más pesimistas.
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