Hasta ahora, las tablas astronómicas mayas se conocían por los
libros hechos con papel de corteza - conocídos como el Códice de
Dresden - creados 400 años o más después de la caída de la
civilización, alrededor del año 900, según informan los
investigadores en el ejemplar del 11 de mayo de la revista
cience.
"Los hallazgos en Xultun
proporcionan las primeras pruebas directas de información
astronómica procedente de la cumbre de la literatura glífica maya,
el periodo clásico", señala el arqueólogo Stephen Houston de
la Universidad de Brown. Según él, el registro de tablas
astronómicas en muros en lugar de en un libro es
"desconcertante, incluso asombroso".
Una sección del muro de Xultun contiene números con barras y puntos en columnas que recuerdan a las tablas astronómicas del Códice de Dresden. Los jeroglíficos de la Luna aparecen por encima de al menos cinco columnas. Estas tablas registran meses lunares, en conjuntos de seis meses, a lo largo de aproximadamente 13 años. El número 13 tienen un significado especial en la organización del calendario maya.
"Es tan complejo como si alguien de la actualidad tomase un libro de texto y lo pintase en una pared", dice el arqueólogo Charles Golden de la Universidad de Brandeis en Waltham, Massachusetts.
Registros numéricos similares en Xultun y en el Códice de Dresden sugieren que los mayas transmitieron y revisaron información astronómica durante muchas generaciones después del colapso de la era clásica, dice Saturno.
Una tabla de eclipses solares y lunares en el Códice de Dresden empieza a mitad del siglo VIII, lo que indica que el documento estaba basado en información de al menos 50 años antes de los hallazgos de Xultun, según escriben los antropólogos Harvey Bricker y Victoria Bricker, ambos de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, en un corre electrónico conjunto.
En referencia a los cálculos del momento inicial del Códice de Dresden para las tablas astroómicas, los Brickers dicen que los números se corresponden con un registro Xultun de un periodo de casi exactamente 198 estaciones de eclipses. Cada temporada de eclipses de 37 días contiene al menos un eclipse solar y uno lunar.
"Los especialistas en rituales de Xultun, como los autores del Códice de Dresden, estaban preocupados no sólo por el ciclo mensual lunar sino por los ciclos mucho más largos de los eclipses solares y lunares", concluyen los Brickers. Por lo que los mayas de Xultun usaron los muros como bloc de notas para construir registros astronómicos, según sugieren los autores.
Un banco de yeso en la sala Xultun, que recuerda a los bancos que usaban los gobernantes mayas en las recepciones de la corte, se sitúa frente a la pintura de un rey que habla a su arrodillado séquito, dice el arqueólogo David Freidel de la Universidad de Washington en St. Louis. Los jarrones clásicos mayas muestran similares escenas de la corte, a veces con humanos y dioses escribiendo en tablillas, señala Freidel. No se han encontrado descripciones de nadie escribiendo en muros.
Una sección del muro de Xultun contiene números con barras y puntos en columnas que recuerdan a las tablas astronómicas del Códice de Dresden. Los jeroglíficos de la Luna aparecen por encima de al menos cinco columnas. Estas tablas registran meses lunares, en conjuntos de seis meses, a lo largo de aproximadamente 13 años. El número 13 tienen un significado especial en la organización del calendario maya.
"Es tan complejo como si alguien de la actualidad tomase un libro de texto y lo pintase en una pared", dice el arqueólogo Charles Golden de la Universidad de Brandeis en Waltham, Massachusetts.
Registros numéricos similares en Xultun y en el Códice de Dresden sugieren que los mayas transmitieron y revisaron información astronómica durante muchas generaciones después del colapso de la era clásica, dice Saturno.
Una tabla de eclipses solares y lunares en el Códice de Dresden empieza a mitad del siglo VIII, lo que indica que el documento estaba basado en información de al menos 50 años antes de los hallazgos de Xultun, según escriben los antropólogos Harvey Bricker y Victoria Bricker, ambos de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, en un corre electrónico conjunto.
En referencia a los cálculos del momento inicial del Códice de Dresden para las tablas astroómicas, los Brickers dicen que los números se corresponden con un registro Xultun de un periodo de casi exactamente 198 estaciones de eclipses. Cada temporada de eclipses de 37 días contiene al menos un eclipse solar y uno lunar.
"Los especialistas en rituales de Xultun, como los autores del Códice de Dresden, estaban preocupados no sólo por el ciclo mensual lunar sino por los ciclos mucho más largos de los eclipses solares y lunares", concluyen los Brickers. Por lo que los mayas de Xultun usaron los muros como bloc de notas para construir registros astronómicos, según sugieren los autores.
Un banco de yeso en la sala Xultun, que recuerda a los bancos que usaban los gobernantes mayas en las recepciones de la corte, se sitúa frente a la pintura de un rey que habla a su arrodillado séquito, dice el arqueólogo David Freidel de la Universidad de Washington en St. Louis. Los jarrones clásicos mayas muestran similares escenas de la corte, a veces con humanos y dioses escribiendo en tablillas, señala Freidel. No se han encontrado descripciones de nadie escribiendo en muros.
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