Artículo de Juan Zurriarain, colaborador del Grupo de Trabajo Internacional de UPyD
20 de Abril de 2012
El
órdago de la Presidenta Argentina de expropiar el 51% de YPF cuya
propiedad pertenecía a REPSOL, es una acción en que Cristina Fernández
no mide las consecuencias de abrir una guerra que afecta a más países de
lo que pudiesen pensar, y de la que casi con toda seguridad saldrán
escaldados. Cuando el Gobierno Argentino decide expropiar YPF toma la
decisión de no hacerlo con el free float de YPF, ya que dentro de ellos
se encuentran gran cantidad de capital extranjero y sobre todo
norteamericano donde Lazard, Eton y Vanguard son los fondos más
representativos. La idea era no enfrentarse a EEUU expropiando
inversiones de fondos de aquel País, e informaron a la cancillería
americana que no iba contra ellos, de ahí la tímida respuesta de la
Secretaria de Estado norteamericana en primera instancia.
Tampoco expropiaron a Petersen Energía que tiene un capital del orden del 15%, si bien este capital se lo vendió Repsol y se supone que todavía no está satisfecho económicamente.
Ahora bien cuando uno analiza la distribución accionarial de Repsol, se verifica que más del 50% del capital de Repsol no es español, el 9,49% del capital de Repsol es de Pemex (Petroleos Mexicanos), el free float es del 68%, y un total del 42% de Repsol está en manos de fondos extranjeros (norteamericanos, británicos y alemanes) entre otros. Además la participación de Sacyr 10,01 % está soportada por préstamos sindicados donde una gran parte pertenece a bancos internacionales. Además de la autocartera de Repsol 5% en consecuencia con el accionariado es más de la mitad extranjera.
Así, cabe entender que cuando los fondos norteamericanos han protestado a su Gobierno, Hilary Clinton parece que encontraba un hueco para atender nuestras demandas. La fobia Británica hacia Argentina encolerizada últimamente por las demandas argentina sobre las Malvinas, ha dado pié a que en Gran Bretaña se abogue por la expulsión de Argentina del G20, que está presidido por México (víctima colateral de la Presidenta Fernández).
Como Repsol aunque española, es una multinacional, y más dentro de este mundo globalizado, cabe esperar una reacción multinacional contra Argentina que acabe con dar una solución al conflicto. Los yacimientos de vaca muerta no los puede explotar Argentina sola, ni por tecnología ni por financiación, y que socio querrá enfrentarse a los poderes multinacionales. Argentina tiene mucho que perder en el envite, relaciones comerciales, políticas y nunca se sabe si fondos en el extranjero para compensar los resultados de la expropiación.
Tampoco expropiaron a Petersen Energía que tiene un capital del orden del 15%, si bien este capital se lo vendió Repsol y se supone que todavía no está satisfecho económicamente.
Ahora bien cuando uno analiza la distribución accionarial de Repsol, se verifica que más del 50% del capital de Repsol no es español, el 9,49% del capital de Repsol es de Pemex (Petroleos Mexicanos), el free float es del 68%, y un total del 42% de Repsol está en manos de fondos extranjeros (norteamericanos, británicos y alemanes) entre otros. Además la participación de Sacyr 10,01 % está soportada por préstamos sindicados donde una gran parte pertenece a bancos internacionales. Además de la autocartera de Repsol 5% en consecuencia con el accionariado es más de la mitad extranjera.
Así, cabe entender que cuando los fondos norteamericanos han protestado a su Gobierno, Hilary Clinton parece que encontraba un hueco para atender nuestras demandas. La fobia Británica hacia Argentina encolerizada últimamente por las demandas argentina sobre las Malvinas, ha dado pié a que en Gran Bretaña se abogue por la expulsión de Argentina del G20, que está presidido por México (víctima colateral de la Presidenta Fernández).
Como Repsol aunque española, es una multinacional, y más dentro de este mundo globalizado, cabe esperar una reacción multinacional contra Argentina que acabe con dar una solución al conflicto. Los yacimientos de vaca muerta no los puede explotar Argentina sola, ni por tecnología ni por financiación, y que socio querrá enfrentarse a los poderes multinacionales. Argentina tiene mucho que perder en el envite, relaciones comerciales, políticas y nunca se sabe si fondos en el extranjero para compensar los resultados de la expropiación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario