E
n los primeros millones de años del planeta, los materiales se fueron separando en distintas zonas internas según su afinidad con el hierro. Mientras se constituía el núcleo y el manto, algunos elementos, como el tungsteno, siguieron también esta diferenciación.
Según el modelo más aceptado, en las primeras etapas de la formación de la Tierra el manto estaba constituido por una mezcla heterogénea de materiales que poco a poco fueron organizándose y dando lugar a la estructura actual. Ahora, un equipo de la Universidad de Maryland (EE UU) propone otra teoría de un manto estático con grandes bloques formados poco después que el sistema solar y que perduraron durante largos periodos de tiempo.
Los investigadores han analizado los datos isotópicos de dos depósitos de komatitas, rocas volcánicas formadas por lava proveniente del manto profundo, y aseguran que estas incluyen material de una reserva de tungsteno situada en el manto terrestre. Según sus conclusiones, este bloque se formó 20 millones de años después de la creación del sistema solar y duró, al menos, 1.700 millones de años.
"La preservación de esta reserva indica que el manto pudo no estar bien mezclado", aseguran los investigadores.
Además plantean dos posibles modelos para explicar las variaciones isotópicas que han observado en Kostomuksha (Rusia) y Komati (Sudáfrica): la reserva primordial de tungsteno podría ser una región profunda del manto que sufrió una compensación de metales y silicatos, o producto de la diferenciación del magma a gran escala en el manto.
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