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ason Peck, jefe de tecnología de la NASA, dice que el uso de este tipo de propulsión debe ser prioritario, peor que además de dinero se necesitará voluntad política. La imagen de un reactor nuclear volando en un cohete no parece muy atractiva. Se necesitará informar a la población sobre los reducidos riesgos de una misión de este tipo, pues el reactor sólo empezaría a funcionar en el espacio exterior.
En 2003 la NASA estudió el proyecto Prometheus (ilustración superior), que sería una misión a Júpiter impulsada por motores iónicos alimentados por un pequeño reactor nuclear. La misión fue cancelada en 2005 después de haberse invertido 430 millones de dólares debido a la nueva política de vuelta a la Luna, que no necesitaba de este tipo de sistemas. Al final "la vuelta a la Luna" también fue cancelada.
Hasta ahora las misiones a esas regiones del Sistema Solar han empleado generadores de radioisótopos, que usan plutonio y pares termoeléctricos para producir electricidad. Los pares termoeléctricos tienen un rendimiento muy bajo. Por eso se estudia el uso de motores Stirling alimentados radioisótopos, que son mucho más eficientes que los termopares. Este tipo de máquina térmica se viene usando en energía solar convencional desde hace un tiempo. La NASA estudia dos misiones, una a Titán y otra a varios cometas, basadas en esta tecnología.
Los radioisótopos. Sobre todo loe basados en plutonio, son más peligrosos que el uranio en caso de accidente, además de que las reservas de este material que tiene la NASA es ya muy reducida. Para este tipo de misiones se podría usar en su lugar un pequeño reactor de fisión de uranio. Si la fisión nuclear puede tener una aplicación noble es sin duda en la exploración del espacio, pues proporciona conocimientos y no residuos nucleares. Al fin y al cabo, en el espacio exterior ya hay mucha radiación
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