Ahora, David Kaplan, PhD, catedrático de ingeniería biomédica en la
Universidad de Tufts, cuyo interés en la seda se remonta desde hace
décadas, ha ayudado a desarrollar un material biodegradable de seda
reforzado que puede proporcionar un soporte mecánico importante
durante la reparación ósea. Él y un grupo de ingenieros biomédicos
de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Tufts,
desarrollaron microfibras que refuerzan la matriz, de la misma
forma que las barras de acero refuerzan el concreto en la
construcción. Las aplicaciones potenciales para el andamio incluyen
la reparación de huesos y tejidos luego de accidentes o
enfermedades.
El material compuesto biodegradable fue creado por la fusión de microfibras de proteínas de seda a un andamio de proteínas de seda. El material resultante ofrece una alta resistencia a la compresión-y ha demostrado que apoya las respuestas celulares relacionadas con la formación de hueso in vitro. El material imita las propiedades mecánicas del hueso nativo. La rigidez de su matriz y la rugosidad superficial mejoraron la diferenciación de células madre mesenquimales humanas en comparación con las esponjas de seda que se utilizaron como control.
Kaplan explicó en un comunicado de prensa que el andamio podría ser utilizado para una serie de "sistemas de tejidos donde el control de las propiedades mecánicas es útil y tiene amplias aplicaciones para la medicina regenerativa".
En el 2010, Kaplan explicó en en una entrevista con NPR, que la seda ha sido difícil de recrear en el laboratorio, ya que es un polímero de muy alto peso molecular y los científicos todavía están aprendiendo acerca de sus propiedades químicas. Sin embargo, la comprensión científica del material ha avanzado en los últimos años, parte de la razón de los recientes y frecuentes avances en la investigación del material.
El material compuesto biodegradable fue creado por la fusión de microfibras de proteínas de seda a un andamio de proteínas de seda. El material resultante ofrece una alta resistencia a la compresión-y ha demostrado que apoya las respuestas celulares relacionadas con la formación de hueso in vitro. El material imita las propiedades mecánicas del hueso nativo. La rigidez de su matriz y la rugosidad superficial mejoraron la diferenciación de células madre mesenquimales humanas en comparación con las esponjas de seda que se utilizaron como control.
Kaplan explicó en un comunicado de prensa que el andamio podría ser utilizado para una serie de "sistemas de tejidos donde el control de las propiedades mecánicas es útil y tiene amplias aplicaciones para la medicina regenerativa".
En el 2010, Kaplan explicó en en una entrevista con NPR, que la seda ha sido difícil de recrear en el laboratorio, ya que es un polímero de muy alto peso molecular y los científicos todavía están aprendiendo acerca de sus propiedades químicas. Sin embargo, la comprensión científica del material ha avanzado en los últimos años, parte de la razón de los recientes y frecuentes avances en la investigación del material.
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