Los investigadores, que afirman tener los primeros datos observacionales para la presencia de un multiverso, no pueden demostrar aún que nuestro universo sea uno entre muchos. No obstante, su análisis, publicado el pasado viernes en el servidor de arXiv, implica que datos más precisos podrían confirmar la existencia de un multiverso. "Es increíblemente emocionante pensar que hay siquiera una posibilidad de tener pruebas observacionales reales de un multiverso durante nuestra vida", dice Alan Guth, cosmólogo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, quien no estuvo implicado en el estudio.
La posibilidad del multiverso procede de la teoría de la inflación, la idea de que nuestro universo sufrió un periodo de expansión rápida poco después del Big Bang. Desarrollada por Guth y otros, la teoría de la inflación hace un buen trabajo al explicar por qué el espacio es mayormente liso. Pero los investigadores no pueden explicar qué inició esta expansión y qué la detuvo. Estos problemas han llevado a los teóricos a considerar la posibilidad de que la inflación pudiera haber tenido lugar en otros lugares y momentos, generando universos paralelos al nuestro.
El cosmólogo Hiranya Peiris del University College de Londres y sus colegas, decidieron probar el multiverso examinando la radiación del fondo de microondas cósmico (CMB), un remanente del Big Bang que proporciona un mapa de qué aspecto tenía el universo unos 380 000 años después de su inicio. Si un universo cercano había interactuado de alguna forma con el nuestro antes de ese momento, podría haber dejado huellas en el CMB que podríamos descubrir nosotros casi 15 000 millones de años después. De acuerdo con el grupo de Peiris, dicha huella tendría ciertas características reconocibles, tales como unos bordes distintivos y formas simétricas.
Para buscar tales características, los investigadores idearon un algoritmo informático que analizó una pequeña porción de los datos del CMB registrados por la Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) de la NASA. El algoritmo encontró datos que eran consistentes con el tipo de características generadas por una colisión entre universos. Aunque no es un descubrimiento en sí mismo, es una pista que sugiere que podría encontrarse un resultado más definitivo con observaciones de mayor resolución, tales como las realizadas por el satélite Planck el año pasado. "No esperábamos encontrar nada, y en lugar de eso encontramos estas intrigantes pistas incluso en los datos actuales", comenta Peiris.
Alexander Vilenkin, cosmólogo de la Universidad Tufts en Medford, Massachusetts, que ayudó a desarrollar la teoría de la inflación, cree que es un resultado "esperanzador". Si realmente encontramos algunas características en el CMB que encajen bien con una colisión pero sean difíciles de explicar de otra forma, sería un desarrollo tremendamente importante", comenta.
Aunque no todas las noticias son buenas. El CMB, un patrón mayormente aleatorio, está notoriamente abierto a las conocidas como observaciones a posteriori - es decir, puedes ver lo que quieras en él. En un famoso caso, los científicos afirmaron haber descubierto las iniciales del físico británico Stephen Hawking. Aunque el grupo de Peiris calibró su algoritmo para evitar tales errores, siempre está la posibilidad de que las características tengan un origen mucho más mundano. "A menos que la naturaleza revele algunas características excepcionales en el CMB, será difícil discriminar muchos detalles sobre el proceso dinámico que tuvo lugar en los inicios del universo", dice Arjun Berera, cosmólogo de la Universidad de Edimburgo en el Reino Unido.
La posibilidad del multiverso procede de la teoría de la inflación, la idea de que nuestro universo sufrió un periodo de expansión rápida poco después del Big Bang. Desarrollada por Guth y otros, la teoría de la inflación hace un buen trabajo al explicar por qué el espacio es mayormente liso. Pero los investigadores no pueden explicar qué inició esta expansión y qué la detuvo. Estos problemas han llevado a los teóricos a considerar la posibilidad de que la inflación pudiera haber tenido lugar en otros lugares y momentos, generando universos paralelos al nuestro.
El cosmólogo Hiranya Peiris del University College de Londres y sus colegas, decidieron probar el multiverso examinando la radiación del fondo de microondas cósmico (CMB), un remanente del Big Bang que proporciona un mapa de qué aspecto tenía el universo unos 380 000 años después de su inicio. Si un universo cercano había interactuado de alguna forma con el nuestro antes de ese momento, podría haber dejado huellas en el CMB que podríamos descubrir nosotros casi 15 000 millones de años después. De acuerdo con el grupo de Peiris, dicha huella tendría ciertas características reconocibles, tales como unos bordes distintivos y formas simétricas.
Para buscar tales características, los investigadores idearon un algoritmo informático que analizó una pequeña porción de los datos del CMB registrados por la Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) de la NASA. El algoritmo encontró datos que eran consistentes con el tipo de características generadas por una colisión entre universos. Aunque no es un descubrimiento en sí mismo, es una pista que sugiere que podría encontrarse un resultado más definitivo con observaciones de mayor resolución, tales como las realizadas por el satélite Planck el año pasado. "No esperábamos encontrar nada, y en lugar de eso encontramos estas intrigantes pistas incluso en los datos actuales", comenta Peiris.
Alexander Vilenkin, cosmólogo de la Universidad Tufts en Medford, Massachusetts, que ayudó a desarrollar la teoría de la inflación, cree que es un resultado "esperanzador". Si realmente encontramos algunas características en el CMB que encajen bien con una colisión pero sean difíciles de explicar de otra forma, sería un desarrollo tremendamente importante", comenta.
Aunque no todas las noticias son buenas. El CMB, un patrón mayormente aleatorio, está notoriamente abierto a las conocidas como observaciones a posteriori - es decir, puedes ver lo que quieras en él. En un famoso caso, los científicos afirmaron haber descubierto las iniciales del físico británico Stephen Hawking. Aunque el grupo de Peiris calibró su algoritmo para evitar tales errores, siempre está la posibilidad de que las características tengan un origen mucho más mundano. "A menos que la naturaleza revele algunas características excepcionales en el CMB, será difícil discriminar muchos detalles sobre el proceso dinámico que tuvo lugar en los inicios del universo", dice Arjun Berera, cosmólogo de la Universidad de Edimburgo en el Reino Unido.
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