Sin embargo, esa relación no es aplicable a otras partes del cerebro. Es el caso de las componentes cortical y subcortical, que varían de forma independiente. Para llegar a estas conclusiones, el investigador del CENIEH ha empleado técnicas de análisis geométricas que permiten localizar las relaciones entre las componentes anatómicas, junto con datos de resonancia magnética de alta resolución; de esta manera ha integrado en su estudio conocimientos de evolución humana, neuroanatomía y neuropsiquiatría, con técnicas de análisis digitales y estadísticas multivariante. La investigación, que lleva por título Human midsagittal brain shape variation: patterns, allometry and integration, acaba de publicarse en la prestigiosa revista Journal of Anatomy y ha contado con la colaboración de Manuel Martín- Loeches, de la Universidad Complutense de Madrid y de Roberto Colom, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Hombres y mujeres
El estudio desarrollado por Emiliano Bruner también pone en evidencia que aunque la diferencia de tamaño entre el cerebro de hombres y mujeres es constatada, no ocurre lo mismo con la geometría, es decir, con la forma del cerebro. "Esto es bastante raro porque en general cuando hay diferencias de tamaño en la capacidad craneal, existe también una geometría diferente. Sin embargo, el hecho de que haya correlación entre factores como el sexo y la anatomía, no significa que conociendo por ejemplo el sexo de un individuo vayamos a saber cómo va a responder a nivel psicológico o cognitivo", sentencia Bruner.
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