La compañía codifica los colores que se usarán a lo largo del año en distintos ámbitos, desde telas hasta pinturas. El año pasado fue el turquesa y para este, se optó por otro tono estimulante, que reinará en la decoración de interiores.
Se trata de un tono complicado para aplicar en grandes superficies ya que puede ser cansador a la vista. Sin embargo, se lo puede usar logrando un perfecto equilibrio con los elementos restantes de la habitación. También está la alternativa más sencilla de plasmarlo en pequeños detalles en el ambiente.
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