Investigadores de la «División de Investigación de Kaiser Permanente» (Estados Unidos) y la Universidad de Kuopio (Finlandia) evaluaron la información obtenida de 9.844 hombres y mujeres durante un período de 40 años. Según sus estimaciones, el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer durante la vejez aumentaba en un 66% si los niveles de colesterol alcanzaban durante la madurez como mínimo los 240 miligramos por decilitro (mg/dl) de sangre.
Sin embargo, los investigadores también descubrieron que si los niveles alcanzaban entre los 200 y 239 mg/dl en esa edad, el riesgo de padecer demencia vascular en la vejez aumentaba en un 52%. La demencia vascular representa la segunda causa de demencia más importante después del Alzheimer y se relaciona con problemas que afectan a la irrigación sanguínea del cerebro.
Los niveles de colesterol se agruparon en tres categorías basadas en las directrices del III Panel de Tratamiento del Adulto (ATP) de 2002: 200 mg/dl (deseable), 200-239 mg/dl (límite alto) y 240 mg/dl (alto).
«Nuestro estudio demuestra que el hecho de tener unos niveles de colesterol medianamente altos durante la etapa de los cuarenta aumenta el riesgo de padecer Alzheimer y demencia vascular en las décadas siguientes», explicó la Dra. Rachel Whitmer de la División de Investigación de Kaiser Permanente. «Es perturbador saber que el nivel de colesterol de casi cien millones de americanos se encuentra en el límite o es alto», explicó esta investigadora, autora con más experiencia del estudio.
«La buena noticia es que lo que es bueno para el corazón también es bueno para la mente, y los altos niveles de colesterol son un factor de riesgo de demencia precoz que se puede modificar y controlar si reducimos los niveles de colesterol introduciendo hábitos más sanos en nuestro estilo de vida», añadió.
A los sujetos del estudio, todos miembros del Centro Médico Kaiser Permanente del norte de California, se les analizó la sangre entre 1964 y 1973, cuando tenían entre 40 y 45 años. En 1994 continuaban siendo miembros del seguro médico del centro. Los historiales médicos determinaron la incidencia de la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular entre los años 1994 y 2007.
Los resultados mostraron que de los 9.844 pacientes sanos examinados, 598 fueron diagnosticados con Alzheimer o enfermedades vasculares cuando tenían entre 61 y 88 años.
«Nuestros resultados se suman al volumen de indicios ya existente que ponen en común dos tipos de demencia en cuanto a factores de riesgo, síntomas y neuropatologías», afirmó la Dra. Alina Solomon, del Departamento de Neurología de la Universidad de Kuopio y autora principal del estudio.
«La demencia y la enfermedad cardiovascular son enfermedades muy graves y comunes de la salud que comparten diversos factores de riesgo y que a veces se padecen a la vez, influyendo la una sobre la otra. Es necesario aplicar un enfoque holístico que trate de forma simultánea distintas enfermedades graves y concurrentes con el fin de controlar con eficacia estos trastornos.»
Aunque este fue el primer estudio que evaluó la demencia vascular en relación a niveles de colesterol en el límite alto, no investigó los mecanismos que relacionan estos niveles de colesterol y la demencia.
Investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos) también colaboraron en el estudio.
Sin embargo, los investigadores también descubrieron que si los niveles alcanzaban entre los 200 y 239 mg/dl en esa edad, el riesgo de padecer demencia vascular en la vejez aumentaba en un 52%. La demencia vascular representa la segunda causa de demencia más importante después del Alzheimer y se relaciona con problemas que afectan a la irrigación sanguínea del cerebro.
Los niveles de colesterol se agruparon en tres categorías basadas en las directrices del III Panel de Tratamiento del Adulto (ATP) de 2002: 200 mg/dl (deseable), 200-239 mg/dl (límite alto) y 240 mg/dl (alto).
«Nuestro estudio demuestra que el hecho de tener unos niveles de colesterol medianamente altos durante la etapa de los cuarenta aumenta el riesgo de padecer Alzheimer y demencia vascular en las décadas siguientes», explicó la Dra. Rachel Whitmer de la División de Investigación de Kaiser Permanente. «Es perturbador saber que el nivel de colesterol de casi cien millones de americanos se encuentra en el límite o es alto», explicó esta investigadora, autora con más experiencia del estudio.
«La buena noticia es que lo que es bueno para el corazón también es bueno para la mente, y los altos niveles de colesterol son un factor de riesgo de demencia precoz que se puede modificar y controlar si reducimos los niveles de colesterol introduciendo hábitos más sanos en nuestro estilo de vida», añadió.
A los sujetos del estudio, todos miembros del Centro Médico Kaiser Permanente del norte de California, se les analizó la sangre entre 1964 y 1973, cuando tenían entre 40 y 45 años. En 1994 continuaban siendo miembros del seguro médico del centro. Los historiales médicos determinaron la incidencia de la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular entre los años 1994 y 2007.
Los resultados mostraron que de los 9.844 pacientes sanos examinados, 598 fueron diagnosticados con Alzheimer o enfermedades vasculares cuando tenían entre 61 y 88 años.
«Nuestros resultados se suman al volumen de indicios ya existente que ponen en común dos tipos de demencia en cuanto a factores de riesgo, síntomas y neuropatologías», afirmó la Dra. Alina Solomon, del Departamento de Neurología de la Universidad de Kuopio y autora principal del estudio.
«La demencia y la enfermedad cardiovascular son enfermedades muy graves y comunes de la salud que comparten diversos factores de riesgo y que a veces se padecen a la vez, influyendo la una sobre la otra. Es necesario aplicar un enfoque holístico que trate de forma simultánea distintas enfermedades graves y concurrentes con el fin de controlar con eficacia estos trastornos.»
Aunque este fue el primer estudio que evaluó la demencia vascular en relación a niveles de colesterol en el límite alto, no investigó los mecanismos que relacionan estos niveles de colesterol y la demencia.
Investigadores del Instituto Karolinska (Suecia) y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos) también colaboraron en el estudio.
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