según los científicos, existe
Su conclusión fue que las personas deciden qué clase de relación desean tener con una persona a los pocos minutos de conocerla.
El experimento se hizo con 164 estudiantes y se enfocó hacia amistades del mismo sexo, pero se indicó que puede aplicarse a citas amorosas.
El co autor del informe, Artemio Ramírez, aseguró que fenómenos como las citas rápidas (en los que las personas tienen diez minutos o menos para conocerse y decidir si se gustan o no) tiene valor porque las personas no quieren perder tiempo.
"Es como un profecía auto cumplida. Hacemos una predicción de la clase de relación que podríamos tener con una personas y eso ayuda a determinar cuánto esfuerzo estamos dispuestos a poner en esa relación que se está desarrollando".
Y agrega "si pienso que puedo hacerme amigo, entonces me comunicaré más, le contaré más acerca de mi mismo y haré cosas que aseguren que la amistad se desarrolle".
Futuro
"Si tengo una predicción negativa acerca del futuro de una relación, entonces voy a restringir la comunicación y hacer más difícil que se desarrolle", indica.
El profesor Ramírez, quien condujo el estudio con Michael Sunnfrank, dice que los resultados contradicen suposiciones previas.
"Otras investigaciones habían asumido que lo que ayudaba a determinar cómo se desarrollaba una relación era el efecto acumulativo que ocurría en los días siguientes a la primera cita".
"Pero ahora hemos encontrado que pasa mucho más pronto. Literalmente, ocurre en los primeros minutos", asegura Ramírez. En el experimento, después del primer encuentro, que duraba tres, seis o diez minutos, los estudiantes completaban un cuestionario en el que se les pedía que predijeran cómo se iba a desarrollar la relación.
También se debía indicar que tanto les había gustado la persona que habían acabado de conocer y cuánto tenían en común.
Relación
Nueve semanas más tarde se les preguntó a los participantes qué tipo de relación habían desarrollando.
Las personas que valoraron más positivamente el potencial de la relación tendieron a sentarse más cerca de su compañero (a) en clase y a hablar más con esa persona.
Después de nueve semanas tenían más probabilidades de haber desarrollado una relación más estrecha.
Los resultados fueron los mismos para las personas que hablaron por tres, seis o diez minutos.
"Eso dice que las cosas ocurren rápidamente. La gente hace juicio instantáneos acerca de que clase de relación desean con la persona que acaban de conocer", finaliza el profesor Ramírez.
El experimento se hizo con 164 estudiantes y se enfocó hacia amistades del mismo sexo, pero se indicó que puede aplicarse a citas amorosas.
El co autor del informe, Artemio Ramírez, aseguró que fenómenos como las citas rápidas (en los que las personas tienen diez minutos o menos para conocerse y decidir si se gustan o no) tiene valor porque las personas no quieren perder tiempo.
"Es como un profecía auto cumplida. Hacemos una predicción de la clase de relación que podríamos tener con una personas y eso ayuda a determinar cuánto esfuerzo estamos dispuestos a poner en esa relación que se está desarrollando".
Y agrega "si pienso que puedo hacerme amigo, entonces me comunicaré más, le contaré más acerca de mi mismo y haré cosas que aseguren que la amistad se desarrolle".
Futuro
"Si tengo una predicción negativa acerca del futuro de una relación, entonces voy a restringir la comunicación y hacer más difícil que se desarrolle", indica.
El profesor Ramírez, quien condujo el estudio con Michael Sunnfrank, dice que los resultados contradicen suposiciones previas.
"Otras investigaciones habían asumido que lo que ayudaba a determinar cómo se desarrollaba una relación era el efecto acumulativo que ocurría en los días siguientes a la primera cita".
"Pero ahora hemos encontrado que pasa mucho más pronto. Literalmente, ocurre en los primeros minutos", asegura Ramírez. En el experimento, después del primer encuentro, que duraba tres, seis o diez minutos, los estudiantes completaban un cuestionario en el que se les pedía que predijeran cómo se iba a desarrollar la relación.
También se debía indicar que tanto les había gustado la persona que habían acabado de conocer y cuánto tenían en común.
Relación
Nueve semanas más tarde se les preguntó a los participantes qué tipo de relación habían desarrollando.
Las personas que valoraron más positivamente el potencial de la relación tendieron a sentarse más cerca de su compañero (a) en clase y a hablar más con esa persona.
Después de nueve semanas tenían más probabilidades de haber desarrollado una relación más estrecha.
Los resultados fueron los mismos para las personas que hablaron por tres, seis o diez minutos.
"Eso dice que las cosas ocurren rápidamente. La gente hace juicio instantáneos acerca de que clase de relación desean con la persona que acaban de conocer", finaliza el profesor Ramírez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario