"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


miércoles, 19 de octubre de 2011

Nuevas investigaciones determinan la disponibilidad futura de energía eólica


Científicos australianos han analizado los cambios a largo plazo en la velocidad del viento y otros factores que condicionan a este tipo de producción energética
En una reciente investigación, un grupo de ingenieros y científicos del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) de Australia ha dado un importante paso hacia la mejora de las estimaciones sobre los cambios a largo plazo en la velocidad del viento. Estos cambios resultan claves para el sector eólico, porque permiten identificar los riesgos para la producción de este tipo de energía renovable, en un marco climatológico variable. 

L
os cambios en la velocidad del viento y otros factores climatológicos que varían a medio y largo plazo pueden afectar directamente a la producción de energía eólica. Teniendo en cuenta esto, el avance en metodologías que permitan estimar estas variaciones es una herramienta central para el desarrollo de este tipo de energía. Un equipo de especialistas de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) de Australia ha logrado importantes adelantos al respecto en una reciente investigación.
Los expertos de CSIRO Marine and Atmospheric Research han analizado distintas observaciones sobre la velocidad del viento para entender las causas de las variaciones registradas en distintos períodos temporales, con el objetivo de explorar y descubrir tendencias a largo plazo sobre la velocidad del viento en Australia. Para ello, se han aplicado nuevas metodologías que podrían extenderse a otras zonas del planeta con potencial eólico.
Según afirma el Dr. Alberto Troccoli, director de la investigación, el crecimiento de los parques eólicos provoca una necesidad cada vez mayor de comprender cómo el cambio climático puede afectar a los recursos eólicos y de qué forma éstos se ven afectados dependiendo de cada región.
Por ejemplo, algunos estudios internacionales recientes han demostrado una disminución en la velocidad del viento en varias partes del mundo, incluyendo Australia, pero según las investigaciones del CSIRO la velocidad media del viento en ese país de Oceanía está aumentando.
Reducir la incertidumbre
La investigación desarrollada por los especialistas australianos fue difundida a través de una nota de prensa de CSIRO, y también en un artículo publicado recientemente en el medio especializado Journal of Climate. Asimismo, unaentrevista realizada a Troccoli por el servicio de noticias del CSIRO ha permitido ampliar algunos conceptos sobre este tema.
Disminuir la incertidumbre mediante estimaciones más exactas a largo plazo no es un tema menor. Se espera que laproducción eólica aumente en gran medida en los próximos años, y el sistema eléctrico asociado estará sujeto a las variaciones en varios cientos de megavatios, dependiendo de la disponibilidad del viento.
Troccoli indicó que la capacidad de cuantificar con mayor exactitud las variaciones a largo plazo resulta esencial para el sector desde el punto de vista económico, transformándose en un indicador útil y de gran valor para la planificación y el financiamiento de proyectos eólicos.
En este mismo sentido, el investigador destacó que el potencial para aumentar la eficiencia de las operaciones energéticas se encuentra directamente relacionado con la calidad y precisión de la información sobre el clima a la que se pueda acceder. Uno de los primeros pasos para avanzar en este punto es la estandarización de las estaciones de registro de las condiciones del viento.
Múltiples variables implicadas
Las observaciones del viento, al igual que otras variables meteorológicas, son sensibles a las condiciones en las cuales se produce la observación. Por ejemplo, la instrumentación empleada se encuentra directamente relacionada con las características topográficas, la vegetación, y el desarrollo urbano de cada zona.
El equipo de investigación descubrió que las tendencias de la velocidad del viento en Australia son sensibles a la altura desde la cual se realiza la medición. Por ejemplo, los vientos medidos a una altura de 10 metros evidencian una tendencia opuesta a la registrada en un estudio previo en el que se analizaron los vientos a una altura de dos metros.
La intensidad también influye, ya que los estudios realizados han determinado que los vientos leves tienden a aumentar más rápidamente que el promedio, mientras que los vientos más fuertes lo hacen por debajo de la media. De esta forma, el trabajo muestra una serie de problemas que deben tenerse en cuenta para incrementar la fiabilidad de estos análisis.
La calidad futura de las observaciones sobre las variaciones en el comportamiento del viento dependerán por tanto de la coherencia existente entre los sitios encargados de la toma de datos, del procedimiento de medición, del mantenimiento de los instrumentos, y de un registro detallado de las condiciones que se presentan.
El presente trabajo tendrá implicaciones para diversos de sectores y temáticas más allá de la energía eólica, como la construcción de edificios o la erosión costera, que también dependen de las condiciones del viento. La investigación fue financiada en parte por una beca del Australian Climate Change Science Program, que depende del Australian Department of Climate Change and Energy Efficiency.







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