Aunque años atrás muchos expertos despreciaban el ideario ecologista por su falta de base científica, en la actualidad ecologismo y ciencia caminan de la mano.
Foto: EFE
“La ciencia está haciendo una aportación humana muy importante porque cada vez está más integrada en esos movimientos sociales, esto está generando sinergias tremendamente enriquecedoras”, señala el ecologista. En la imagen de Archivo, una manifestación antinuclear, convocada por Ecologistas en Acción en el 25 aniversario del accidente en la central nuclear de Chernóbil (Ucrania) el pasado mes de abril en la ciudad española de Valladolid.
Los movimientos ecologistas se atreven a prever el futuro analizando datos científicos y proyectándolos hacia delante. Aunque su carácter alarmista ha sido siempre un escollo para su aprobación por los científicos, en la actualidad ambas disciplinas cada vez se aproximan más para llegar a las mismas conclusiones.
Fernando Valladares es investigador del Cambio Climático del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y considera que "las manifestaciones de los grupos ecologistas son necesarias, aunque a veces tienen un tinte dramático o catastrofista. Yo respeto el lenguaje de los ecologistas y creo que cumplen una función de alerta".
Para José Vicente García, responsable de prensa de Ecologistas en Acción, la ciencia y el ecologismo mantienen una relación "que se puede catalogar de necesaria. La ciencia es el elemento básico que utilizamos para interpretar cuál es el estado del medioambiente y analizar las causas por las cuales cada vez está más degradado. Pero la ciencia soporta bien nuestras reivindicaciones porque están basadas en afirmaciones científicas como elemento primordial".
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Aunque el carácter alarmista de los ecologistas ha sido siempre un escollo para la ciencia, en la actualidad, ambas disciplinas cada vez se aproximan más para llegar a las mismas conclusiones.
Su relación con la sociedad
Mientras los movimientos ecologistas se muestran más proclives a mantener una comunicación constante con la sociedad, para que ésta también se convierta en agente activo en la resolución de problemas medioambientales, la ciencia forma parte de un mundo especializado, en el que ni siquiera el lenguaje es de fácil acceso.
Como señala Fernando Valladares: "desde la perspectiva científica desde la que hablo, a veces los mensajes ecologistas me suenan un poco alarmistas, pero ellos suelen estar más próximos a la gente de lo que estoy yo, que estoy más acostumbrado a hablar a personas de mi nivel cultural y con conocimientos científicos".
Y señala que "mi lenguaje se basa en probabilidades y parámetros estadísticos que no se entienden normalmente. Cuando eso hay que trasladarlo en pocas palabras a una persona normal, que no tiene esos conocimientos, el mensaje ecologista sí es capaz de hacer llegar esa información".
Fernando Valladares, investigador del Cambio Climático del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) español, considera que "las manifestaciones de los grupos ecologistas son necesarias, aunque a veces tienen un tinte dramático o catastrofista. Yo respeto el lenguaje de los ecologistas y creo que cumplen una función de alerta".
Uno de los casos más conocidos en el que un mensaje ecologista suscitó las críticas de los científicos fue el que se generó con el reportaje documental "Una verdad incómoda" (An Inconvenient Truth, 2006), conducido por Al Gore, exvicepresidente de Estados Unidos, durante el mandato de Bill Clinton. En él se trataban los efectos del calentamiento global generado por la actividad humana sobre el planeta Tierra.
Al Gore responsabiliza en el documental a los gobiernos y a los partidos políticos de no tomar medidas oportunas ni de intentar cambiar a sistemas de energías limpias, porque les resulta más fácil negar la realidad que aceptarla y combatirla.
En el documental, Gore hace alusión al científico Roger Revelle, uno de los primeros en estudiar el calentamiento global, como la persona que le estimuló para interesarse por este tema.
Al año siguiente, en 2007, se publicó el documental "La gran estafa del calentamiento global" (The Great Global Warming Swindle), donde expertos de distintas áreas científicas exponen su total oposición a las ideas vertidas sobre el calentamiento global en el publicado por Al Gore.
Al Gore responsabiliza en el documental a los gobiernos y a los partidos políticos de no tomar medidas oportunas ni de intentar cambiar a sistemas de energías limpias, porque les resulta más fácil negar la realidad que aceptarla y combatirla.
En el documental, Gore hace alusión al científico Roger Revelle, uno de los primeros en estudiar el calentamiento global, como la persona que le estimuló para interesarse por este tema.
Al año siguiente, en 2007, se publicó el documental "La gran estafa del calentamiento global" (The Great Global Warming Swindle), donde expertos de distintas áreas científicas exponen su total oposición a las ideas vertidas sobre el calentamiento global en el publicado por Al Gore.
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El científico español Fernando Valladares.
La neutralidad del científico
No obstante, para el científico español Fernando Valladares, "se ha criticado mucho a Al Gore e incluso tuvo una denuncia en Inglaterra, porque algunas de sus conferencias y reportajes no hacían honor a la verdad científica. Pero su mensaje iba dirigido a una audiencia muy amplia y tenía poco tiempo para transmitirlo. Era relativamente complicado y lo tenía que simplificar. Aunque al final no llegó a nada, le denunciaron por no ajustarse a la exactitud científica".
"Es un tema muy complicado y un arma de doble filo porque, por un lado levantan la alarma social que es necesaria. Pero, a veces, en una sociedad, sobre todo con memoria y educación, cuando se dice en varias ocasiones argumentos que no se corresponden exactamente con la verdad, se va perdiendo credibilidad. Por eso hay que templar un poco los ánimos. Pero no todos los ecologistas son iguales, ni todas las organizaciones y, ni siquiera todo el que escucha aplica el mismo filtro", subraya Valladares.
En la actualidad, el contenido del "Una verdad incómoda" está sostenido por investigaciones hechas desde el mundo científico en torno al cambio climático y el calentamiento global.
Fernando Valladares reconoce que "me dicen que los científicos nos comprometemos poco. A nivel personal yo simpatizo con los ecologistas, pero a nivel científico intento hablar con neutralidad de los datos que ellos dan, porque si no terminaría hablando de un tema que no conozco bien, porque yo no soy profesional del ecologismo".
Por su parte, José Vicente García, responsable de prensa de Ecologistas en Acción, señala que "entendemos que no debemos hacer de la ciencia una nueva religión. La ciencia debe ser un instrumento para que nuestra vida sea más sostenible, debe ser una herramienta para, en primer lugar, atajar los desajustes sociales que hay entre nuestra propia especie".
No obstante, para el científico español Fernando Valladares, "se ha criticado mucho a Al Gore e incluso tuvo una denuncia en Inglaterra, porque algunas de sus conferencias y reportajes no hacían honor a la verdad científica. Pero su mensaje iba dirigido a una audiencia muy amplia y tenía poco tiempo para transmitirlo. Era relativamente complicado y lo tenía que simplificar. Aunque al final no llegó a nada, le denunciaron por no ajustarse a la exactitud científica".
"Es un tema muy complicado y un arma de doble filo porque, por un lado levantan la alarma social que es necesaria. Pero, a veces, en una sociedad, sobre todo con memoria y educación, cuando se dice en varias ocasiones argumentos que no se corresponden exactamente con la verdad, se va perdiendo credibilidad. Por eso hay que templar un poco los ánimos. Pero no todos los ecologistas son iguales, ni todas las organizaciones y, ni siquiera todo el que escucha aplica el mismo filtro", subraya Valladares.
En la actualidad, el contenido del "Una verdad incómoda" está sostenido por investigaciones hechas desde el mundo científico en torno al cambio climático y el calentamiento global.
Fernando Valladares reconoce que "me dicen que los científicos nos comprometemos poco. A nivel personal yo simpatizo con los ecologistas, pero a nivel científico intento hablar con neutralidad de los datos que ellos dan, porque si no terminaría hablando de un tema que no conozco bien, porque yo no soy profesional del ecologismo".
Por su parte, José Vicente García, responsable de prensa de Ecologistas en Acción, señala que "entendemos que no debemos hacer de la ciencia una nueva religión. La ciencia debe ser un instrumento para que nuestra vida sea más sostenible, debe ser una herramienta para, en primer lugar, atajar los desajustes sociales que hay entre nuestra propia especie".
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Ciencia y ecologismo parecen que están comenzando a caminar de la mano, cada uno en su proceso pero con un objetivo común: el bien el planeta.
Y sigue: "La dinámica de explotación del ser humano por el ser humano es la que se extrapola a la hora de explotar y destruir el planeta. Ahí, la ciencia tiene mucho que decir y lo que tenemos que hacer es cambiar nuestra forma de habitarlo para hacerlo realmente sostenible".
José Vicente García sostiene que "estamos atrayendo a parte de la intelectualidad, dentro de la cual hay una importante comunidad científica que desarrolla un activismo con nosotros. Y nos encontramos con otra circunstancia: desde ámbitos de las multinacionales o de la política se nos ha intentado atacar por conclusiones que responden a estudios científicos".
José Vicente García sostiene que "estamos atrayendo a parte de la intelectualidad, dentro de la cual hay una importante comunidad científica que desarrolla un activismo con nosotros. Y nos encontramos con otra circunstancia: desde ámbitos de las multinacionales o de la política se nos ha intentado atacar por conclusiones que responden a estudios científicos".
"La frontera entre la ciencia y el ecologismo se diluye cada vez más. Pero esto le está pasando a la comunidad científica, no sólo con el movimiento ecologista. La ciencia está cada vez más integrada en los movimientos sociales, lo que genera sinergias enriquecedoras. Por un lado, la ciencia se está volviendo a dotar del humanismo del que nunca se tuvo que desprender y, por otro lado, nos está dando herramientas de rigor a los movimientos socio trasformadores", concluye el responsable de la organización ecologista.
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