La lava se abre paso por una fisura bajo el océano

Los expertos apuntan que sería necesaria una erupción muy potente y prolongada en el tiempo para originar un islote en el archipiélago canario

El Hierro rugió ayer para decir que brota lava bajo su mar. La actividad sísmica detectada hasta las 04.30 horas de la madrugada eran terremotos de características tectónicas, es decir, de ruptura de materiales quebradizos en la corteza, pero, a partir de esa hora, las señales sísmicas comenzaron un proceso de cambio de forma. El magma ha comenzado a salir a través de una fisura submarina, según confirmaron ayer los científicos. Lo que antes eran temblores, posteriormente pasaron a ser lo que los técnicos llaman «trémores volcánicos», es decir, una señal continua y que muestra movimientos de fluidos y de gases en el interior de la corteza, con lo que «se asocia a movimientos de lava», según los expertos oficiales consultados por ABC. Y es que a primera hora de la mañana de ayer surgió la primera señal de una fisura submarina por la que ha estado saliendo algo de magma. El experto en vulcanología Juan Carlos Carracedo explicó que el fenómeno producido en El Hierro viene a confirmar las tesis de la mayor parte de los expertos, que han denunciado la creación de cierto alarmismo en la tranquila población canaria, «instrumento» de malabarismo institucional entre Gobierno y autoridades canarias.

Los investigadores del Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirmaron ayer, a primera hora de la noche, la existencia de una erupción, algo que se sospechaba desde la mañana, de acuerdo con el responsable de la Red Sísmica Nacional del IGN, Emilio Carreño. Así, Carreño confirmó que las nuevas señales analizadas por el IGN «corresponden a un fenómeno de características eruptivas», lo que significa que «se está produciendo una erupción».

No hay riesgos

Todos los datos científicos muestran que la erupción tiene lugar en el fondo del mar, a una distancia de unos 5 kilómetros de la costa, frente al pueblo de La Restinga, en el municipio herreño de El Pinar, y a una profundidad de unos mil metros. Esta erupción, explicó en rueda de prensa el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Manuel Santana, no ha originado riesgos para la población.

El fenómeno volcánico se ha visto acompañado de un descenso en la deformación del territorio, que estaba provocado por la presión del magma, y es posible que disminuya también la actividad sísmica. Los expertos no descartan que se pueda producir otra erupción en una zona más cercana a la costa, probabilidad que por ahora consideran baja.

La técnico del Instituto Geográfico Nacional Carmen López dijo que el único escenario que contemplan en la actualidad es el de la erupción ya registrada, aunque mantienen la vigilancia volcánica para estudiar la evolución de este proceso. Todos los expertos coinciden en que solo una erupción muy potente y muy prolongada en el tiempo daría lugar a un cono volcánico sobre la superficie oceánica, es decir, un islote.

La investigadora del CSIC Alicia García opinó, por su parte, que «lo lógico ahora es pensar que la sismicidad vaya disminuyendo». Por tanto, que la deformación se relaje —el magma ya está fluyendo—, por lo que no tendría que seguir produciéndose una sismicidad significativa. «Es decir, seguirá saliendo lava pero no tendría por qué haber más seísmos», indic García, quien recordó que este proceso «se podría revertir en cualquier momento y puede volverse a iniciar la deformación».

El presidente canario, que ayer se encontraba en Bruselas, Paulino Rivero, dio orden de establecer un dispositivo especial en el previsto Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en Canarias.

Los técnicos del IGN en la zona de La Restinga contarán con mejor instrumental de detección y observación para auditar «los posibles cambios». El Ministerio de Fomento tiene la experiencia de La Palma, donde la erupción registrada en 1971 duró unos 22 días y originó el volcán Teneguía. Y es que un temblor de 4,3 grados no deja tranquilo a nadie, aunque los herreños dan todo un ejemplo de comportamiento y conocimiento.