Las conclusiones del estudio, difundidas hoy por la Universidad en un comunicado, apuntan a que la imagen de los superdotados como personas introvertidas es quizás un "estereotipo que se retroalimenta" y que puede incluso condicionar la auto-percepción de personas con un cociente intelectual muy elevado.
Pese a que "los adolescentes superdotados obtuvieron resultados más altos que los adolescentes normales en el examen que medía la inteligencia emocional, por alguna razón se clasificaron en el cuestionario de auto-categorización como personas con menor inteligencia emocional que los adolescentes normales", dice la nota.
Moshe Zeidner, director del estudio, presentado en la Cuarta Conferencia sobre Educación de Superdotados de Israel celebrada ayer y hoy en esa universidad, cree que los superdotados han podido adaptar su comportamiento a los estereotipos que imperan sobre su personalidad.
"Es posible que los adolescentes superdotados interioricen el estereotipo según el cual son introvertidos y antisociales, lo que por supuesto puede exacerbar el alejamiento de la sociedad y reforzar el estigma", señala.
La investigación se realizó con 83 estudiantes de instituto superdotados y otros 125 con inteligencia cognitiva normal.
Todos ellos respondieron a dos tests: uno que mide el grado de inteligencia emocional a partir de las respuestas a una serie de situaciones y otro de auto-definición.
Otro estudio de la misma universidad había hallado en septiembre de 2010 que los trabajadores con mayor inteligencia emocional tienen una dedicación y satisfacción laboral superior a la de sus compañeros.
Pese a que "los adolescentes superdotados obtuvieron resultados más altos que los adolescentes normales en el examen que medía la inteligencia emocional, por alguna razón se clasificaron en el cuestionario de auto-categorización como personas con menor inteligencia emocional que los adolescentes normales", dice la nota.
Moshe Zeidner, director del estudio, presentado en la Cuarta Conferencia sobre Educación de Superdotados de Israel celebrada ayer y hoy en esa universidad, cree que los superdotados han podido adaptar su comportamiento a los estereotipos que imperan sobre su personalidad.
"Es posible que los adolescentes superdotados interioricen el estereotipo según el cual son introvertidos y antisociales, lo que por supuesto puede exacerbar el alejamiento de la sociedad y reforzar el estigma", señala.
La investigación se realizó con 83 estudiantes de instituto superdotados y otros 125 con inteligencia cognitiva normal.
Todos ellos respondieron a dos tests: uno que mide el grado de inteligencia emocional a partir de las respuestas a una serie de situaciones y otro de auto-definición.
Otro estudio de la misma universidad había hallado en septiembre de 2010 que los trabajadores con mayor inteligencia emocional tienen una dedicación y satisfacción laboral superior a la de sus compañeros.
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