Un equipo de investigadores de Tucson, Arizona, anunció el lunes que un estudio sobre la aplicación de los extractos de té verde en el pulido de las cabezas magnéticas de las unidades de disco rígido ha dado como resultado un compuesto que funciona entre tres y cuatro veces más rápido que los compuestos convencionales. Si los resultados pueden replicarse en un entorno industrial, el compuesto podría reducir el costo y el impacto ambiental de la fabricación de discos rígidos, señalaron los investigadores.
El estudio fue financiado con un subsidio de 100.000 dólares de la Fundación Nacional de Ciencias, otorgado en el marco del programa Investigación de Innovaciones en la Pequeña Empresa.
"Se trata de un campo nuevo de la química que es fascinante", indicó John Lombardi, investigador en jefe del proyecto y presidente de Ventana Research. "Nuestro objetivo original consistía en desarrollar un fluido para pulido que fuera biodegradable. Pero a medida que fuimos profundizando en el desarrollo del compuesto, descubrimos que podría incrementar la eficiencia del proceso de fabricación de los cabezales de lectura-escritura magnética".
La industria de los discos rígidos recurre a compuestos de pulido especiales para asegurarse de que las cabezas magnéticas que leen y escriben datos en un disco rígido no tengan imperfecciones en su superficie. Cualquier relieve o partícula de tan sólo 1 nanómetro de altura podría hacer que el cabezal rayara la superficie del disco sobre el cual está ubicado, con la consiguiente destrucción de los datos almacenados en el disco rígido.
Los fabricantes aplican el compuesto acuoso a los cabezales mientras son pulidos. Si bien los ingredientes específicos de esos compuestos son guardados en el mayor de los secretos, es sabido que operan atrayendo y reteniendo las diminutas partículas cerámicas que se generan durante el proceso de pulido. Después de una determinada cantidad de tiempo, se lavan los compuestos y se eliminan respetando diversas normas que regulan la eliminación de los productos químicos contenidos en el compuesto.
Con el compuesto desarrollado por el equipo de Arizona, las partículas serían atraidas por el tanino contenido en el extracto de té verde. La capacidad del tanino para establecer enlaces rápidamente con elementos cerámicos es la razón por la que el té verde deja manchas en los jarros y teteras. Los investigadores consideran que la disponibilidad y biodegradabilidad del té verde lo convertirán en una opción más económica para los fabricantes de discos rígidos.
Los investigadores también señalaron que creen que su descubrimiento podría aplicarse a todos los tipos de procesos de pulido empleados en la fabricación de artículos electrónicos, procesos denominados planarización químico-mecánica. "Si bien el trabajo de John (Lombardi) se vincula con la industria de los medios magnéticos, pienso que los compuestos van a tener repercusiones de gran alcance en la industria de los semiconductores", indicó Srini Raghavan, un profesor de ciencia e ingeniería de los materiales de la Universidad de Arizona.
Raghavan y un tercer integrante del equipo, el director técnico de Pace Technologies Don Zipperian, colaboraron con Lombardi en la investigación. Pace Technologies vende productos químicos y otros productos para el acabado de microsuperficies.
Es demasiado pronto para saber qué efecto tendrán los resultados obtenidos por el equipo de investigadores en la industria de los compuestos para pulido, que mueve 406 millones de dólares. Pero Lombardi señaló que una empresa que no especificó ya manifestó un fuerte interés en la investigación.
Un vocero de Cabot Microelectronics, el fabricante líder del sector de los compuestos para pulido, dijo que su firma todavía no había tenido oportunidad de revisar el informe de investigación y por lo tanto no se encontraba en condiciones de formular comentarios sobre su posible impacto.
El próximo paso para los investigadores consiste en cuantificar el impacto ambiental del compuesto de té verde comparado con otros compuestos para pulido y en desarrollarlo para uso comercial, explicó Raghavan. Parte del desarrollo podría ser financiado con un subsidio para fase II de la Fundación Nacional de Ciencias, dijo. Si la solicitud presentada por el grupo es aceptada por esa fundación, el grupo podría obtener un subsidio de dos años por 500.000 dólares para desarrollar un producto viable desde el punto de vista comercial.
Según una estimación de la Fundación Nacional de Ciencias, aproximadamente el 40 por ciento de las empresas que completan el proceso de fase II logran fabricar productos que se comercializan con éxito.
El estudio fue financiado con un subsidio de 100.000 dólares de la Fundación Nacional de Ciencias, otorgado en el marco del programa Investigación de Innovaciones en la Pequeña Empresa.
"Se trata de un campo nuevo de la química que es fascinante", indicó John Lombardi, investigador en jefe del proyecto y presidente de Ventana Research. "Nuestro objetivo original consistía en desarrollar un fluido para pulido que fuera biodegradable. Pero a medida que fuimos profundizando en el desarrollo del compuesto, descubrimos que podría incrementar la eficiencia del proceso de fabricación de los cabezales de lectura-escritura magnética".
La industria de los discos rígidos recurre a compuestos de pulido especiales para asegurarse de que las cabezas magnéticas que leen y escriben datos en un disco rígido no tengan imperfecciones en su superficie. Cualquier relieve o partícula de tan sólo 1 nanómetro de altura podría hacer que el cabezal rayara la superficie del disco sobre el cual está ubicado, con la consiguiente destrucción de los datos almacenados en el disco rígido.
Los fabricantes aplican el compuesto acuoso a los cabezales mientras son pulidos. Si bien los ingredientes específicos de esos compuestos son guardados en el mayor de los secretos, es sabido que operan atrayendo y reteniendo las diminutas partículas cerámicas que se generan durante el proceso de pulido. Después de una determinada cantidad de tiempo, se lavan los compuestos y se eliminan respetando diversas normas que regulan la eliminación de los productos químicos contenidos en el compuesto.
Con el compuesto desarrollado por el equipo de Arizona, las partículas serían atraidas por el tanino contenido en el extracto de té verde. La capacidad del tanino para establecer enlaces rápidamente con elementos cerámicos es la razón por la que el té verde deja manchas en los jarros y teteras. Los investigadores consideran que la disponibilidad y biodegradabilidad del té verde lo convertirán en una opción más económica para los fabricantes de discos rígidos.
Los investigadores también señalaron que creen que su descubrimiento podría aplicarse a todos los tipos de procesos de pulido empleados en la fabricación de artículos electrónicos, procesos denominados planarización químico-mecánica. "Si bien el trabajo de John (Lombardi) se vincula con la industria de los medios magnéticos, pienso que los compuestos van a tener repercusiones de gran alcance en la industria de los semiconductores", indicó Srini Raghavan, un profesor de ciencia e ingeniería de los materiales de la Universidad de Arizona.
Raghavan y un tercer integrante del equipo, el director técnico de Pace Technologies Don Zipperian, colaboraron con Lombardi en la investigación. Pace Technologies vende productos químicos y otros productos para el acabado de microsuperficies.
Es demasiado pronto para saber qué efecto tendrán los resultados obtenidos por el equipo de investigadores en la industria de los compuestos para pulido, que mueve 406 millones de dólares. Pero Lombardi señaló que una empresa que no especificó ya manifestó un fuerte interés en la investigación.
Un vocero de Cabot Microelectronics, el fabricante líder del sector de los compuestos para pulido, dijo que su firma todavía no había tenido oportunidad de revisar el informe de investigación y por lo tanto no se encontraba en condiciones de formular comentarios sobre su posible impacto.
El próximo paso para los investigadores consiste en cuantificar el impacto ambiental del compuesto de té verde comparado con otros compuestos para pulido y en desarrollarlo para uso comercial, explicó Raghavan. Parte del desarrollo podría ser financiado con un subsidio para fase II de la Fundación Nacional de Ciencias, dijo. Si la solicitud presentada por el grupo es aceptada por esa fundación, el grupo podría obtener un subsidio de dos años por 500.000 dólares para desarrollar un producto viable desde el punto de vista comercial.
Según una estimación de la Fundación Nacional de Ciencias, aproximadamente el 40 por ciento de las empresas que completan el proceso de fase II logran fabricar productos que se comercializan con éxito.
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