El equipo liderado por Alcides Leão ha descubierto que las “fibras de nanocelulosa” poseen propiedades que pueden rivalizar con Kevlar, lo que nos encontramos en chalecos antibalas. Pero no se trata solamente de un plástico más ligero y fuerte, sino que también es más resistente al calor, la gasolina y el agua. ¿Te imaginas un auto que tome fuego y no explote instantáneamente durante un accidente de tráfico?
Además de ser ideal para usar en cierta partes de la carrocería, la fibra es biodegradable, por lo que no tardará cientos de años para degradarse como el plástic0 convencional. Obviamente la meta es usar este nuevo plástico como reemplazo del plástico común y corriente, aunque tampoco lo haría mal ocupando el lugar del acero o el aluminio en un automóvil.
Todo esto es genial, pero, demasiado caro, aunque de todas formas hay esperanza. Si las industrias deciden hacer autos más ecológicos, el plástico viene como anillo al dedo, y con las ventas el costo comenzará a disminuir.
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