Poseer cosas no es símbolo de felicidad
Hay cosas intangibles, etéreas como la felicidad. Otras cosas son más palpables, como la riqueza o las posesiones. En las sociedades modernas se tiende a asociar ambas cosas y pretenden convencernos de que seremos más felices si tenemos más cosas. Por otra parte el dicho popular dice que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos desea. Quizás la sabiduría popular esté en lo cierto. ¿Se podría medir si la felicidad no consiste en tener lo que se desea, sino en apreciar lo que ya se tiene?
Los psicólogos Jeff Larsen y Amie McKibban se plantearon esa pregunta y trataron de comprobarlo basándose en diversos estudiantes universitarios. A éstos se les preguntó que posesiones tenían o deseaban tener de una lista de 52 que incluía objetos como un automóvil, un equipo estéreo, una cama, etc.
El estudio sugiere que las personas pueden vivir acostumbradas a sus posesiones y por tanto obtener menos felicidad de ellas. Además se sugiere que, sin embargo, las personas puede continuar apreciando las cosas que tienen y aquellas que les pueden hacer alcanzar más felicidad.
Simplemente tener un conjunto de cosas no es la llave de la felicidad. Los datos muestran que además uno debe de apreciar aquellas cosas que ya tiene. Además es importante mantener bajo control el deseo por las cosas que no se poseen.
Si los estudiantes poseían un auto los investigadores les solicitaban puntuar cuánto apreciaban el coche que tenían. Si no tenían uno se les pedía que puntuaran cuánto deseaban tener uno.
Estos investigadores calcularon entonces la gama para la cual la gente aprecia lo que tiene y tiene lo que desea. Los hallazgos muestran que apreciar lo que se tiene no es lo mismo que tener lo que se desea. Aunque la gente que tenía lo que deseaban tendía a apreciar esas cosas, la correlación entre los dos conceptos distaba de ser perfecta.
Los investigadores encontraron que la gente que aprecia más lo que tiene tiende a ser más feliz que aquellos que lo aprecian menos. Sin embargo, la gente que tiene más de lo que quiere tiende a ser más feliz que aquellos que tienen menos de lo que quieren.
Quizás el saber popular tiene esta vez razón y desear menos sea la clave de la felicidad. Eso, claro está, si lo que buscamos es la felicidad.
El artículo con los resultados apareció en el número de abril de Psychological Science.
Los psicólogos Jeff Larsen y Amie McKibban se plantearon esa pregunta y trataron de comprobarlo basándose en diversos estudiantes universitarios. A éstos se les preguntó que posesiones tenían o deseaban tener de una lista de 52 que incluía objetos como un automóvil, un equipo estéreo, una cama, etc.
El estudio sugiere que las personas pueden vivir acostumbradas a sus posesiones y por tanto obtener menos felicidad de ellas. Además se sugiere que, sin embargo, las personas puede continuar apreciando las cosas que tienen y aquellas que les pueden hacer alcanzar más felicidad.
Simplemente tener un conjunto de cosas no es la llave de la felicidad. Los datos muestran que además uno debe de apreciar aquellas cosas que ya tiene. Además es importante mantener bajo control el deseo por las cosas que no se poseen.
Si los estudiantes poseían un auto los investigadores les solicitaban puntuar cuánto apreciaban el coche que tenían. Si no tenían uno se les pedía que puntuaran cuánto deseaban tener uno.
Estos investigadores calcularon entonces la gama para la cual la gente aprecia lo que tiene y tiene lo que desea. Los hallazgos muestran que apreciar lo que se tiene no es lo mismo que tener lo que se desea. Aunque la gente que tenía lo que deseaban tendía a apreciar esas cosas, la correlación entre los dos conceptos distaba de ser perfecta.
Los investigadores encontraron que la gente que aprecia más lo que tiene tiende a ser más feliz que aquellos que lo aprecian menos. Sin embargo, la gente que tiene más de lo que quiere tiende a ser más feliz que aquellos que tienen menos de lo que quieren.
Quizás el saber popular tiene esta vez razón y desear menos sea la clave de la felicidad. Eso, claro está, si lo que buscamos es la felicidad.
El artículo con los resultados apareció en el número de abril de Psychological Science.
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