Concretamente, entomólogos de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) investigaron el riesgo al que se exponen los cicadélidos y otros insectos de ser devorados vivos cuando emiten vibraciones para atraer a otro ejemplar con el que aparearse. Las arañas depredadoras interceptan esta señal y la aprovechan para localizar a su presa.
En entomología se sabía hace tiempo que las arañas depredadoras se aprovechan de las señales visuales, acústicas y olfativas emitidas por sus víctimas. Este trabajo sirve para profundizar en el conocimiento del comportamiento de dichas arañas, y sugiere que ciertos depredadores como estos poseen la capacidad de detectar señales vibratorias características y de usarlas para detectar a presas.
«Las señales vibratorias son una forma muy extendida de comunicación sexual entre animales», explicaron la Dra. Meta Virant-Doberlet, del Departamento de Entomología del Instituto Nacional de Biología de Eslovenia, y el profesor William Symondson de la Escuela de Biociencias de Cardiff.
«Observando este comportamiento nos percatamos por primera vez de que las arañas son capaces de valerse de las señales de comunicación vibratoria de tipo sexual como medio para localizar a presas», señalan los autores en el artículo.
Los investigadores examinaron el comportamiento de la Enoplognatha ovata, una especie de araña emparentada con la famosa Viuda Negra que, pese a su reducido tamaño, constituye un depredador formidable capaz de aniquilar a insectos varias veces superiores en tamaño. Observaron que cuando se reproducían grabaciones de señales vibratorias emitidas por cicadélidos macho, estas arañas interceptaban la señal y salían en busca de alimento. Además señalaron que las arañas preferían los machos a las hembras. En su opinión, a los machos les perjudica el hecho de emitir señales más complejas y audibles para aparearse.
El uso de señales vibratorias no es una característica excepcional en el mundo animal, pero ésta sí que es la primera vez que se consigue demostrar que unos depredadores se aprovechan de las señales de este tipo emitidas por sus presas para encontrarlas y darles caza. Según los autores, este descubrimiento suscitará interés y podría inaugurar un nuevo campo de estudio.
«Los depredadores han evolucionado hasta aprender a interceptar las señales de sus presas, pero hasta ahora se creía que esta capacidad se limitaba a las formas de comunicación visual, acústica y química», aclararon el profesor Symondson y la Dra. Virant-Doberlet. «Este hallazgo pone de relieve una estrategia desconocida hasta ahora para la localización de presas, y también un factor pasado por alto y determinante en la evolución de los depredadores y de sus presas», añaden.
«Supone un avance científico muy significativo que inaugura todo un campo nuevo. Las señales vibratorias son muy comunes entre los invertebrados y es muy probable que numerosos depredadores hayan evolucionado hasta desarrollar la capacidad de aprovecharlas.»
Los investigadores recalcan que el empleo de este mecanismo para localizar a presas podría constituir un factor pasado por alto y muy determinante en la evolución tanto de los depredadores como de sus presas.
En entomología se sabía hace tiempo que las arañas depredadoras se aprovechan de las señales visuales, acústicas y olfativas emitidas por sus víctimas. Este trabajo sirve para profundizar en el conocimiento del comportamiento de dichas arañas, y sugiere que ciertos depredadores como estos poseen la capacidad de detectar señales vibratorias características y de usarlas para detectar a presas.
«Las señales vibratorias son una forma muy extendida de comunicación sexual entre animales», explicaron la Dra. Meta Virant-Doberlet, del Departamento de Entomología del Instituto Nacional de Biología de Eslovenia, y el profesor William Symondson de la Escuela de Biociencias de Cardiff.
«Observando este comportamiento nos percatamos por primera vez de que las arañas son capaces de valerse de las señales de comunicación vibratoria de tipo sexual como medio para localizar a presas», señalan los autores en el artículo.
Los investigadores examinaron el comportamiento de la Enoplognatha ovata, una especie de araña emparentada con la famosa Viuda Negra que, pese a su reducido tamaño, constituye un depredador formidable capaz de aniquilar a insectos varias veces superiores en tamaño. Observaron que cuando se reproducían grabaciones de señales vibratorias emitidas por cicadélidos macho, estas arañas interceptaban la señal y salían en busca de alimento. Además señalaron que las arañas preferían los machos a las hembras. En su opinión, a los machos les perjudica el hecho de emitir señales más complejas y audibles para aparearse.
El uso de señales vibratorias no es una característica excepcional en el mundo animal, pero ésta sí que es la primera vez que se consigue demostrar que unos depredadores se aprovechan de las señales de este tipo emitidas por sus presas para encontrarlas y darles caza. Según los autores, este descubrimiento suscitará interés y podría inaugurar un nuevo campo de estudio.
«Los depredadores han evolucionado hasta aprender a interceptar las señales de sus presas, pero hasta ahora se creía que esta capacidad se limitaba a las formas de comunicación visual, acústica y química», aclararon el profesor Symondson y la Dra. Virant-Doberlet. «Este hallazgo pone de relieve una estrategia desconocida hasta ahora para la localización de presas, y también un factor pasado por alto y determinante en la evolución de los depredadores y de sus presas», añaden.
«Supone un avance científico muy significativo que inaugura todo un campo nuevo. Las señales vibratorias son muy comunes entre los invertebrados y es muy probable que numerosos depredadores hayan evolucionado hasta desarrollar la capacidad de aprovecharlas.»
Los investigadores recalcan que el empleo de este mecanismo para localizar a presas podría constituir un factor pasado por alto y muy determinante en la evolución tanto de los depredadores como de sus presas.
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