| DANIEL BETRAN
Mucho se ha discutido sobre el hecho de si la investigación espacial conlleva algún beneficio para la humanidad o si solo sirve para demostrar lo avanzados que estamos los humanos que somos capaces de ser más rápidos, más altos, más fuertes, el famoso "citius, altius, fortius"
Sin duda que dicha investigación ha traído beneficios, ya que por ejemplo gracias a los satélites, podemos predecir el tiempo, podemos comunicarnos con cualquier parte del mundo, o yendo a temas más terrenales, podemos tener bolígrafos que pinten boca arriba o que no se nos peguen los alimentos en la sartén gracias al teflón.
En este momento veo con agrado que España colaborará con la NASA de tal manera que la aportación española contribuirá al equipamiento tecnológico del 'rover' o vehículo explorador que la misión colocará en suelo marciano.
La misión tiene como objetivo la colocación de un rover (vehículo explorador) de larga duración y un equipo científico móvil sobre la superficie de Marte para la realización de estudios científicos que determinen su capacidad pasada y presente de albergar vida. Con el fin de analizar el potencial biológico de un área objetivo del planeta rojo, aún por determinar, el vehículo explorador tomará muestras de suelo y polvo -para caracterizar su geología y geoquímica- a lo largo del año marciano de duración de la misión, equivalente a unos dos años terrestres.
La aportación española al proyecto se centra en una antena de comunicaciones de alta ganancia y una estación de sensores REMS (Rover Environmental Monitoring Station) para la medición del entorno marciano que portará el rover en su equipo científico.
Posiblemente en este momento no podamos ver muy claro para que puede servir el dinero empleado en la investigación de esta tecnología, pero seguro que en un futuro tendremos en nuestras manos aplicaciones desarrolladas a partir de ella.
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