Un nuevo descubrimiento señala que las neuronas de
los picos, supuestas detectoras del campo magnético terrestre, en
realidad son macrófagos
Las palomas son famosas por su sentido de la orientación. Hasta
ahora, los científicos creían que estos pájaros detectaban el campo
magnético terrestre a través de unas neuronas ricas en hierro
ubicadas en su pico.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Nature ha desmentido esta idea. "Hemos descubierto que estas células no son neuronas, sino macrófagos y que no solo están en el pico, sino en todo el cuerpo del pájaro, ¡hasta en el bazo!" ha explicado a SINC David Keays, autor de la investigación.
El estudio ha durado más de tres años y Keays y su equipo internacional de científicos han analizado más de 250.00 finas láminas de pico de paloma. "Esperábamos encontrar terminaciones nerviosas con cristales magnéticos y en vez de eso hemos descubierto miles de macrófagos rellenos de pequeñas bolas de hierro", señala el investigador.
Estas células blancas sanguíneas son vitales en la defensa contra patógenos y en el reciclaje de hierro de los glóbulos rojos, pero es poco probable que estén involucradas en la detección magnética.
La trama se complica
Ante estos resultados, Keays opina que "la trama se complica". Los científicos creen que deben existir células magnéticas en algún lugar del cuerpo de las palomas y están tratando de encontrarlas. "Hallar una aguja en un pajar sería mucho más fácil, Estamos buscando una aguja en un pajar de agujas" afirma Keays.
"Parece ser que el magnetoreceptor que ha inventado la naturaleza no es nada simple y necesitaremos todas las herramientas de las que disponemos para encontrarlo", declara el biólogo. La búsqueda continúa y para entender los mecanismos de orientación de los pájaros será necesario combinar técnicas etológicas, moleculares, anatómicas y de análisis genético.
"La orientación que tienen las aves es increíble -se asombra Keays-. Imagina que te meten en una caja oscura, te suben a una furgoneta y te dejan en un lugar absolutamente desconocido a 1.000 kilómetros de tu hogar. Yo sería incapaz de volver a casa, pero las palomas no. Estos pájaros son capaces de volar en línea recta hacia su palomar".
Seguramente las palomas son capaces de usar multitud de señales sensoriales para orientarse, como el olfato, la visión y el campo magnético, pero cómo detectan este última continúa siendo un misterio.
Sin embargo, un estudio publicado en la revista Nature ha desmentido esta idea. "Hemos descubierto que estas células no son neuronas, sino macrófagos y que no solo están en el pico, sino en todo el cuerpo del pájaro, ¡hasta en el bazo!" ha explicado a SINC David Keays, autor de la investigación.
El estudio ha durado más de tres años y Keays y su equipo internacional de científicos han analizado más de 250.00 finas láminas de pico de paloma. "Esperábamos encontrar terminaciones nerviosas con cristales magnéticos y en vez de eso hemos descubierto miles de macrófagos rellenos de pequeñas bolas de hierro", señala el investigador.
Estas células blancas sanguíneas son vitales en la defensa contra patógenos y en el reciclaje de hierro de los glóbulos rojos, pero es poco probable que estén involucradas en la detección magnética.
La trama se complica
Ante estos resultados, Keays opina que "la trama se complica". Los científicos creen que deben existir células magnéticas en algún lugar del cuerpo de las palomas y están tratando de encontrarlas. "Hallar una aguja en un pajar sería mucho más fácil, Estamos buscando una aguja en un pajar de agujas" afirma Keays.
"Parece ser que el magnetoreceptor que ha inventado la naturaleza no es nada simple y necesitaremos todas las herramientas de las que disponemos para encontrarlo", declara el biólogo. La búsqueda continúa y para entender los mecanismos de orientación de los pájaros será necesario combinar técnicas etológicas, moleculares, anatómicas y de análisis genético.
"La orientación que tienen las aves es increíble -se asombra Keays-. Imagina que te meten en una caja oscura, te suben a una furgoneta y te dejan en un lugar absolutamente desconocido a 1.000 kilómetros de tu hogar. Yo sería incapaz de volver a casa, pero las palomas no. Estos pájaros son capaces de volar en línea recta hacia su palomar".
Seguramente las palomas son capaces de usar multitud de señales sensoriales para orientarse, como el olfato, la visión y el campo magnético, pero cómo detectan este última continúa siendo un misterio.
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