El trabajo previo sobre el tema se ha basado solamente en mediciones en algunos lugares, y no de una red como en este caso. Y anteriormente, tampoco se compararon estas medidas con un modelo meteorológico para predecir lo que hubiera sido posible sin el eclipse.
Con los adelantos tecnológicos actuales, podemos tener una idea más clara del impacto en los vientos que causan los eclipses.Las temperaturas son propensas a caer cuando la Tierra se ve privada de la luz solar, al igual que lo hace por la noche. Por ello varía las velocidades del viento: el enfriamiento de la atmósfera cerca del suelo elimina energía en el viento, amortiguando su turbulencia, lo que provocará una disminución de su velocidad. Lo que fue una sorpresa en este estudio es encontrar que el viento variara de dirección.
Los efectos fueron tan pronunciados que pueden verse incluso en las mediciones que se tomaron por hora, lo cual es muy poco frecuente en el contexto de un evento tan transitorio como un eclipse.
Los resultados parecen encajar con la hipótesis propuesta en 1901 por H. Helm Cleyton, uno de los primeros científicos en investigar el impacto de los eclipses en el tiempo, quien sugirió que cuando la sombra gigantesca de la luna cae sobre la Tierra, hace que alrededor de un núcleo de aire frío se formen ciclones débiles de corta duración, sesgando los vientos en sentido antihorario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario