El estallido fue tan brillante que en el momento en que se grabó
fue descartado, al creerse que se trataba de una interferencia de
radio producida por el Hombre. Sólo duró cinco milisegundos, pero
produjo una cantidad colosal de energía, teniendo en cuenta que la
verdadera distancia a la que se generó es muy superior a la de una
fuente terrestre.
El estallido se pudo haber producido por una catástrofe exótica como la colisión de dos estrellas de neutrones, o por un fenómeno violento en el que estuviera involucrado un agujero negro. El radiofogonazo fue encontrado por David Narkevik (Universidad de Virginia del Oeste), cuando reanalizó datos tomados con el instrumental del Observatorio Parkes hace seis años. Aunque sólo han encontrado un estallido, los astrónomos pueden estimar cuán a menudo ocurren. "Esperamos ver varios estallidos repartidos por todo el firmamento cada día", señala John Reynolds (del Observatorio Parkes del CSIRO).
Un nuevo radiotelescopio en construcción en Australia Occidental será ideal para encontrar más de estos raros eventos transitorios. Este radiotelescopio, cuya construcción finalizará para el 2012, podrá abarcar una enorme porción del espacio, que es exactamente lo que se requiere para este tipo de trabajo. Entretanto, los investigadores revisarán los datos meticulosamente archivados del Observatorio Parkes para encontrar más estallidos de radio.
El descubrimiento de estos "relámpagos" de radio es similar al descubrimiento de los estallidos de rayos gamma en los años 70, cuando satélites militares revelaron la inesperada existencia de fugaces llamaradas de rayos gamma apareciendo y desapareciendo en puntos de todo el firmamento.
Uno de los tipos, el de los denominados estallidos de período largo, fue posteriormente identificado como un efecto de explosiones de estrellas masivas (supernovas) y la consiguiente formación de agujeros negros.
El estallido se pudo haber producido por una catástrofe exótica como la colisión de dos estrellas de neutrones, o por un fenómeno violento en el que estuviera involucrado un agujero negro. El radiofogonazo fue encontrado por David Narkevik (Universidad de Virginia del Oeste), cuando reanalizó datos tomados con el instrumental del Observatorio Parkes hace seis años. Aunque sólo han encontrado un estallido, los astrónomos pueden estimar cuán a menudo ocurren. "Esperamos ver varios estallidos repartidos por todo el firmamento cada día", señala John Reynolds (del Observatorio Parkes del CSIRO).
Un nuevo radiotelescopio en construcción en Australia Occidental será ideal para encontrar más de estos raros eventos transitorios. Este radiotelescopio, cuya construcción finalizará para el 2012, podrá abarcar una enorme porción del espacio, que es exactamente lo que se requiere para este tipo de trabajo. Entretanto, los investigadores revisarán los datos meticulosamente archivados del Observatorio Parkes para encontrar más estallidos de radio.
El descubrimiento de estos "relámpagos" de radio es similar al descubrimiento de los estallidos de rayos gamma en los años 70, cuando satélites militares revelaron la inesperada existencia de fugaces llamaradas de rayos gamma apareciendo y desapareciendo en puntos de todo el firmamento.
Uno de los tipos, el de los denominados estallidos de período largo, fue posteriormente identificado como un efecto de explosiones de estrellas masivas (supernovas) y la consiguiente formación de agujeros negros.
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