Este trastorno podría tener causas tan variadas como una alteración cerebral en el lóbulo parietal, que es la región en la que los humanos integramos nuestra imagen corporal, o bien la presencia de alteraciones emocionales como la depresión o la inseguridad que experimenta el individuo al no poder adaptarse a las modas corporales que la cultura impone", dijo García Vázquez.
Por su parte, Rosalía Vázquez Arévalo, especialista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, señaló que es conveniente detectar algunos indicios de dismorfia muscular, como la obsesión por conseguir musculatura excesiva y el cambio en la alimentación (alto consumo de proteína y cero grasas), para actuar oportunamente.
Una vez identificado el problema, se debe acudir a terapia para saber qué condujo al individuo a esa condición y apoyarlo para superarla, "pues si un trastorno de esta especie no es tratado de modo adecuado, las consecuencias pueden ser fatídicas".
Cultura y salud
El especialista del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental destacó que este mal no ha sido atendido con pertinencia debido a que sus efectos físicos no "lucen tan catastróficos" como los de la anorexia.
"Varios de estos jóvenes utilizan esteroides, y los efectos de estas sustancias provocan una serie de alteraciones en el funcionamiento cerebral que favorecen enfermedades psiquiátricas como depresión, ansiedad y psicosis", dijo el especialista.
Además, el uso de esteroides asociado a las dietas altas en carbohidratos y proteínas, y el ejercicio excesivo realizado por estas personas, afectan el funcionamiento del corazón, lo que a larga puede conducir a muerte por falla cardiaca.
Por su parte, Vázquez Arévalo detalló que los jóvenes de hoy han interiorizado el estilo fitness. Para ellos, es una regla mantener un cuerpo delgado, musculoso o marcado, como requisito para ser aceptado.
"Esto es reforzado socialmente entre los hombres. Hacer ejercicio y cuidar la alimentación ya no es opcional, sino una norma", indicó.
En la cultura occidental prevalece la búsqueda del cuerpo perfecto. Con las mujeres, este ideal se encarna en la delgadez. En el caso de los varones, aunque parecía que su imagen corporal no era algo que les preocupara, estudios realizados desde los años 90 han demostrado que a ellos también les obsesiona el físico.
A diferencia del género femenino, que en su mayoría quiere adelgazar, independientemente de su peso, ellos siempre quieren ser más musculosos o tener más masa magra, y los que tienen sobrepeso u obesidad quieren revertir esta condición, pero no para quedar delgados, sino marcados, detalló.
La especialista de la FES Iztacala explicó que, a través de trabajos recientes, se percataron que los modelos de revista, e inclusive los juguetes, transmiten una imagen masculina que enaltece los músculos.
"En los años 60, los muñecos eran delgados. Ahora son musculosos, tienen la espalda ancha, la cintura marcada y las piernas voluminosas, y cada vez, con mayor frecuencia, los medios de comunicación promueven la imagen de hombres de grandes bíceps y torsos protuberantes.
"De hecho, esto es ya una influencia cultural que tiene tanto sus pros como sus contras, pues en ocasiones los varones consumen fármacos con tal de verse y sentirse como dicta la TV", dijo la especialista.
Por su parte, Rosalía Vázquez Arévalo, especialista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, señaló que es conveniente detectar algunos indicios de dismorfia muscular, como la obsesión por conseguir musculatura excesiva y el cambio en la alimentación (alto consumo de proteína y cero grasas), para actuar oportunamente.
Una vez identificado el problema, se debe acudir a terapia para saber qué condujo al individuo a esa condición y apoyarlo para superarla, "pues si un trastorno de esta especie no es tratado de modo adecuado, las consecuencias pueden ser fatídicas".
Cultura y salud
El especialista del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental destacó que este mal no ha sido atendido con pertinencia debido a que sus efectos físicos no "lucen tan catastróficos" como los de la anorexia.
"Varios de estos jóvenes utilizan esteroides, y los efectos de estas sustancias provocan una serie de alteraciones en el funcionamiento cerebral que favorecen enfermedades psiquiátricas como depresión, ansiedad y psicosis", dijo el especialista.
Además, el uso de esteroides asociado a las dietas altas en carbohidratos y proteínas, y el ejercicio excesivo realizado por estas personas, afectan el funcionamiento del corazón, lo que a larga puede conducir a muerte por falla cardiaca.
Por su parte, Vázquez Arévalo detalló que los jóvenes de hoy han interiorizado el estilo fitness. Para ellos, es una regla mantener un cuerpo delgado, musculoso o marcado, como requisito para ser aceptado.
"Esto es reforzado socialmente entre los hombres. Hacer ejercicio y cuidar la alimentación ya no es opcional, sino una norma", indicó.
En la cultura occidental prevalece la búsqueda del cuerpo perfecto. Con las mujeres, este ideal se encarna en la delgadez. En el caso de los varones, aunque parecía que su imagen corporal no era algo que les preocupara, estudios realizados desde los años 90 han demostrado que a ellos también les obsesiona el físico.
A diferencia del género femenino, que en su mayoría quiere adelgazar, independientemente de su peso, ellos siempre quieren ser más musculosos o tener más masa magra, y los que tienen sobrepeso u obesidad quieren revertir esta condición, pero no para quedar delgados, sino marcados, detalló.
La especialista de la FES Iztacala explicó que, a través de trabajos recientes, se percataron que los modelos de revista, e inclusive los juguetes, transmiten una imagen masculina que enaltece los músculos.
"En los años 60, los muñecos eran delgados. Ahora son musculosos, tienen la espalda ancha, la cintura marcada y las piernas voluminosas, y cada vez, con mayor frecuencia, los medios de comunicación promueven la imagen de hombres de grandes bíceps y torsos protuberantes.
"De hecho, esto es ya una influencia cultural que tiene tanto sus pros como sus contras, pues en ocasiones los varones consumen fármacos con tal de verse y sentirse como dicta la TV", dijo la especialista.
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