La investigación, cuyos resultados se publican en la edición digital del 'Scandinavian Journal of Immunology', se basa en una comparación entre ratones salvajes y de laboratorio, y puede ayudar a encontrar una explicación al hecho de que las sociedades industrializadas donde la higiene tiene mucha importancia tienen mayores tasas de las citadas enfermedades que aquellas menos desarrolladas donde los niveles de limpieza son más reducidos.
Los investigadores iniciaron su trabajo partiendo de la llamada "hipótesis de la higiene", según la cual las sociedades desarrolladas tienen más casos de alergia y quizás de enfermedades autoinmunes debido a que los sistemas inmunes de los individuos no están sometidos diariamente a la multitud de microbios que se pueden encontrar habitualmente en el medio ambiente.
Los autores del estudio han diseñado un modelo experimental, a partir de la comparación de la producción de anticuerpos entre roedores salvajes y de laboratorio, que a su juicio puede suponer una nueva aproximación al estudio de las alergias y otras enfermedades de los seres humanos que complemente los estudios tradicionales.
"Los ratones de laboratorio viven en un medio ambiente prácticamente libre de gérmenes y parásitos, y reciben además unos constantes cuidados médicos, condiciones comparables con las de los seres humanos que viven en sociedades occidentales altamente higiénicas", explica el doctor William Parker. "Por otro lado, los ratones salvajes están expuestos a una amplia variedad de microbios y parásitos, de forma similar a los seres humanos que viven en sociedades sin asistencia sanitaria moderna y donde la higiene es más difícil de mantener", agrega.
Los investigadores iniciaron su trabajo partiendo de la llamada "hipótesis de la higiene", según la cual las sociedades desarrolladas tienen más casos de alergia y quizás de enfermedades autoinmunes debido a que los sistemas inmunes de los individuos no están sometidos diariamente a la multitud de microbios que se pueden encontrar habitualmente en el medio ambiente.
Los autores del estudio han diseñado un modelo experimental, a partir de la comparación de la producción de anticuerpos entre roedores salvajes y de laboratorio, que a su juicio puede suponer una nueva aproximación al estudio de las alergias y otras enfermedades de los seres humanos que complemente los estudios tradicionales.
"Los ratones de laboratorio viven en un medio ambiente prácticamente libre de gérmenes y parásitos, y reciben además unos constantes cuidados médicos, condiciones comparables con las de los seres humanos que viven en sociedades occidentales altamente higiénicas", explica el doctor William Parker. "Por otro lado, los ratones salvajes están expuestos a una amplia variedad de microbios y parásitos, de forma similar a los seres humanos que viven en sociedades sin asistencia sanitaria moderna y donde la higiene es más difícil de mantener", agrega.
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