En España, AENA coordina con Eurocontrol y las compañías aéreas su seguimiento
El volcán islandés Grimsvötn ha erupcionado generando una nube de cenizas que vuelve a mantener atentos a todas las instituciones y empresas responsables del sector aeronáutico.
En este contexto, según informa el Ministerio de Fomento, AENA está manteniendo una estrecha colaboración con Eurocontrol para conocer la situación de la nube y para saber el posible impacto que ésta tendría sobre el espacio aéreo español.
Los responsables de aviación civil y seguridad y navegación aérea del Ministerio de Fomento continúan evaluando los efectos de dicha erupción. Para ello, se ha constituido un grupo de seguimiento que señala que actualmente no se han generado incidencias, algo que ha sido igualmente confirmado por Eurocontrol.
Efectos en Reino Unido
De momento, la nube no ha generado un gran impacto en el tráfico europeo. Sin embargo, según publica el Centro de Asesoría de cenizas volcánicas (VAAC) de Londres, responsable de la vigilancia y predicción del movimiento y la dispersión de cenizas volcánicas procedentes de volcanes en la parte noreste del Océano Atlántico Norte, existe, tal y como también indica Eurocontrol, una gran posibilidad de que las partículas de la nube de ceniza puedan afectar a partes de Escocia y de Irlanda a corto plazo.
En este sentido, Eurocontrol es consciente de que, debido a las inestables condiciones meteorológicas, no es posible identificar con certeza los movimientos de la nube de cenizas. A esto es necesario añadir que la columna de ceniza ha alcanzado una altura mayor que la alcanzada por la nube originada en la erupción del volcán Eyjafjalla, llegando hasta los 20 kilómetro de altura.
No obstante, parece que hay un dato que permite tener ciertas esperanzas de que este incidente no generará tantos problemas como el de 2010. Esta vez, los vientos no son tan fuertes como lo fueron entonces, por lo que no desplazan la nube con tanta rapidez. Además, AENA informa de que dicha nube ha descendido hasta alcanzar entre ocho y 12 kilómetros de altura.
Una incidencia prevista
Tal y como se publicó anteriormente en Tendencias21, ante la previsión de la erupción del volcán Grimsvötn, las autoridades europeas habían hecho un simulacro para analizar los sistemas de predicción informática que han sido desarrollados en los últimos tiempos y, así, evaluar la situación de riesgo en el que se encuentra el cielo europeo. A partir de este simulacro, fue establecida una serie de protocolos de actuación conjunta internacional, que son los que se están aplicando ahora.
En esta línea, y de forma preventiva, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, Aesa, se ha dirigido a las compañías aéreas para requerirles una evaluación de seguridad operacional si planean operar en áreas donde se pronostique la presencia de cenizas volcánicas. A su vez, las autoridades aéreas están poniendo en funcionamiento los canales de información y recomendaciones a los pasajeros, en el supuesto de que los efectos de la nube afecten al espacio aéreo español o tengan una incidencia significativa.
Por otro lado, los representantes de la Dirección General de Aviación Civil, Aesa y Aena participan a diario en las reuniones internacionales de coordinación. Además, canalizan el intercambio de información con las autoridades meteorológicas, el Centro asesor sobre cenizas volcánicas de Londres y otros organismos.
Célula de crisis
El 19 de Mayo de 2010 se creó la Célula de Crisis de la Agencia Europea de Coordinación (EACCC). Según Eurocontrol, dicha célula fue activada el pasado 21 de Mayo debido a efectividad que tuvo en la incidencia pasada. Recientemente, la célula tuvo una reunión en la que los participantes (Estados, Comisión Europea, EUROCONTROL, AESA, los proveedores de servicios de navegación, líneas aéreas, aeropuertos y asociaciones) compartieron la información existente sobre la situación actual en el espacio europeo, así como la posible evolución de la nube.
Todos los participantes estuvieron de acuerdo en una serie de recomendaciones para la gestión de las posibles repercusiones en el espacio aéreo europeo, respetando los niveles establecidos de seguridad. Además, la EACCC recomendará a los Estados que adopten el enfoque que fue revisado en el simulacro al que hemos hecho mención. Dicha revisión concuerda con las orientaciones elaboradas por la ICAO. Dicho enfoque permite que las aerolíneas decidan si van a volar en las zonas contaminadas por la nube, en función de la evaluación de los riesgos existentes.
En algunos Estados, este método de trabajo ya está en marcha. No obstante, en otros, que no han adoptado este sistema se hace necesario una información adicional con el fin de adoptar el enfoque a desarrollar. Para la consecución de los objetivos de gestión de la crisis, la EACCC mediará con las compañías aéreas para fomentar la obtención de la mayor cantidad de información posible.
Asimismo, instará a las autoridades nacionales a que proporcionen toda la información necesaria, así como a presentar sus evaluaciones de riesgos de seguridad para las operaciones en cenizas reales o potenciales del espacio aéreo contaminado.
En este contexto, según informa el Ministerio de Fomento, AENA está manteniendo una estrecha colaboración con Eurocontrol para conocer la situación de la nube y para saber el posible impacto que ésta tendría sobre el espacio aéreo español.
Los responsables de aviación civil y seguridad y navegación aérea del Ministerio de Fomento continúan evaluando los efectos de dicha erupción. Para ello, se ha constituido un grupo de seguimiento que señala que actualmente no se han generado incidencias, algo que ha sido igualmente confirmado por Eurocontrol.
Efectos en Reino Unido
De momento, la nube no ha generado un gran impacto en el tráfico europeo. Sin embargo, según publica el Centro de Asesoría de cenizas volcánicas (VAAC) de Londres, responsable de la vigilancia y predicción del movimiento y la dispersión de cenizas volcánicas procedentes de volcanes en la parte noreste del Océano Atlántico Norte, existe, tal y como también indica Eurocontrol, una gran posibilidad de que las partículas de la nube de ceniza puedan afectar a partes de Escocia y de Irlanda a corto plazo.
En este sentido, Eurocontrol es consciente de que, debido a las inestables condiciones meteorológicas, no es posible identificar con certeza los movimientos de la nube de cenizas. A esto es necesario añadir que la columna de ceniza ha alcanzado una altura mayor que la alcanzada por la nube originada en la erupción del volcán Eyjafjalla, llegando hasta los 20 kilómetro de altura.
No obstante, parece que hay un dato que permite tener ciertas esperanzas de que este incidente no generará tantos problemas como el de 2010. Esta vez, los vientos no son tan fuertes como lo fueron entonces, por lo que no desplazan la nube con tanta rapidez. Además, AENA informa de que dicha nube ha descendido hasta alcanzar entre ocho y 12 kilómetros de altura.
Una incidencia prevista
Tal y como se publicó anteriormente en Tendencias21, ante la previsión de la erupción del volcán Grimsvötn, las autoridades europeas habían hecho un simulacro para analizar los sistemas de predicción informática que han sido desarrollados en los últimos tiempos y, así, evaluar la situación de riesgo en el que se encuentra el cielo europeo. A partir de este simulacro, fue establecida una serie de protocolos de actuación conjunta internacional, que son los que se están aplicando ahora.
En esta línea, y de forma preventiva, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, Aesa, se ha dirigido a las compañías aéreas para requerirles una evaluación de seguridad operacional si planean operar en áreas donde se pronostique la presencia de cenizas volcánicas. A su vez, las autoridades aéreas están poniendo en funcionamiento los canales de información y recomendaciones a los pasajeros, en el supuesto de que los efectos de la nube afecten al espacio aéreo español o tengan una incidencia significativa.
Por otro lado, los representantes de la Dirección General de Aviación Civil, Aesa y Aena participan a diario en las reuniones internacionales de coordinación. Además, canalizan el intercambio de información con las autoridades meteorológicas, el Centro asesor sobre cenizas volcánicas de Londres y otros organismos.
Célula de crisis
El 19 de Mayo de 2010 se creó la Célula de Crisis de la Agencia Europea de Coordinación (EACCC). Según Eurocontrol, dicha célula fue activada el pasado 21 de Mayo debido a efectividad que tuvo en la incidencia pasada. Recientemente, la célula tuvo una reunión en la que los participantes (Estados, Comisión Europea, EUROCONTROL, AESA, los proveedores de servicios de navegación, líneas aéreas, aeropuertos y asociaciones) compartieron la información existente sobre la situación actual en el espacio europeo, así como la posible evolución de la nube.
Todos los participantes estuvieron de acuerdo en una serie de recomendaciones para la gestión de las posibles repercusiones en el espacio aéreo europeo, respetando los niveles establecidos de seguridad. Además, la EACCC recomendará a los Estados que adopten el enfoque que fue revisado en el simulacro al que hemos hecho mención. Dicha revisión concuerda con las orientaciones elaboradas por la ICAO. Dicho enfoque permite que las aerolíneas decidan si van a volar en las zonas contaminadas por la nube, en función de la evaluación de los riesgos existentes.
En algunos Estados, este método de trabajo ya está en marcha. No obstante, en otros, que no han adoptado este sistema se hace necesario una información adicional con el fin de adoptar el enfoque a desarrollar. Para la consecución de los objetivos de gestión de la crisis, la EACCC mediará con las compañías aéreas para fomentar la obtención de la mayor cantidad de información posible.
Asimismo, instará a las autoridades nacionales a que proporcionen toda la información necesaria, así como a presentar sus evaluaciones de riesgos de seguridad para las operaciones en cenizas reales o potenciales del espacio aéreo contaminado.
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