Gracias a haberlo "cogido a tiempo", ese niño sordo profundo podrá adquirir un idioma gestual en vez de oral, pero idioma al fin y al cabo. El lenguaje de signos (o señas) es un lenguaje natural, independiente de los orales y probablemente más antiguo que estos. Que sea natural significa que ha ido evolucionando gracias a las aportaciones de sus usuarios, que lo han ido transmitiendo culturalmente de generación en generación. Podríamos pensar que tiene alguna relación con el español, por aquello de que sus "hablantes" viven entre nosotros, y usan de tanto en tanto alfabetos manuales para deletrear conceptos técnicos o nombres propios, pero eso no es cierto. Las lenguas de signos no son adaptaciones de las orales ya que como he dicho nacieron y evolucionaron siguiendo su propio camino.
De hecho las lenguas de signos cuentan con su propia gramática, la cual no es internacional, es decir, existen variedades zonales. Por ejemplo en nuestro país se "habla" en LSE y LSC (lenguas de signos española y catalana). Es más, si organizas un encuentro internacional de sordos al que acudan personas de diferentes países, necesitarás tantos traductores de lenguas de signos como personas de diferentes comunidades intervengan. Y según puedo leer, existen 121 lenguas de signos distintas en el planeta.
Pero volvamos con la pregunta del lector de Straightdope. Imaginemos que se educa a este niño en LS y no siguiendo métodos "oralistas". Según, aclara Cecil Adams, la LS dota a los nativos con la habilidad de manipular símbolos, captar abstracciones y adquirir y procesar de forma activa el conocimiento. Abreviando, el idioma de signos ayudará a que ese niño del que antes hablábamos aprenda a pensar. Justo lo mismo que sucedió contigo cuando siendo niño aprendiste a comunicarte en tu idioma natal.
Existe un fuerte debate sobre si la educación que se les debe de dar a estos niños ha de ser estrictamente oralista, en LS, o bilingüe. (Véase manos para aprender) Ciertamente, para un sordo aprender a leer los labios y a conocer el idioma oral de la zona en que habita es de gran utilidad para desenvolverse en un mundo de "parlantes" (repleto además de carteles, libros y películas subtítuladas) pero lo cierto es que en el caso del niño de nuestro ejemplo, aunque aprendiera a posteriori nuestro idioma y se hiciera bilingüe, el chaval pensaría en LS.
Y eso significa que incluso cuando durmiera, codificaría sus sueños en signos. Me fascina la anécdota con la que Adams remata su artículo. Menciona a una señora sorda de 90 años que en ocasiones gesticulaba en sueños. Según su hija, su madre bosquejaba signos con sus manos mientras se agitaba dormida. Natural. ¿Acaso tu no hablas en sueños?
No hay comentarios:
Publicar un comentario