"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


sábado, 2 de octubre de 2010

Una máquina del tiempo en la Antártida

Esta cámara bañada por la luz azul se encuentra enterrada bajo el hielo de la Antártida, en las instalaciones del proyecto WAIS Divide. La luz que penetra desde la superficie permite distinguir las distintas capas de nieve y hielo de cada estación: los sucesivos veranos e inviernos quedan imprimidos aquí como en una especie de libro de registro, con la particularidad de que, a medida que bajamos en profundidad, las capas se van comprimiendo y muestran los secretos del pasado más remoto de nuestro planeta.

 Como explicaba el periodista Lee Hotz en un reciente TED Talk, los científicos eligieron este emplazamiento porque "la nieve y el hielo se acumulan aquí diez veces más rápido que en cualquier otro lugar de la Antártida", hasta el punto de que los miembros del equipo deben cavar en la nieve para salir a la superficie cada día. Su trabajo consiste en mantener a punto una máquina perforadora de 8 millones de dólares que extrae cada día una decena de cilindros de hielo comprimido de las profundidades, una muestra de lo que pasó en nuestra atmósfera en los últimos 15.000 años.
Si queréis comprender mejor el trabajo que están haciendo en este complejo, no dejéis de ver la charla de Lee Hotz (podéis activar los subtítulos en castellano) en la que explica cómo estos cilindros de hielo atraviesas trópicos y desiertos de todo el mundo para ser analizados y ofrecernos datos sobre cómo ha evolucionado la presencia de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera en los últimos 100.000 años. Cada fina lámina de hielo extraída de allí abajo es como la página de un libro de nuestro pasado, repleto de información sobre las tormentas, los incendios o las variaciones climáticas que sufrió el planeta.

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