"El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." EINSTEIN


viernes, 2 de marzo de 2012

Miles de estrellas de nuestra galaxia podrían tener planetas errantes capturados que fueron formados en otros sistemas planetarios

espacio
El concepto que teníamos sobre lo que es un planeta está cambiando en los últimos años. Ya hablamos hace relativamente poco tiempo en NeoFronteras sobre los planetas errantes. Estos cuerpos pueden ser detectados gracias al efecto de microlente gravitatoria y se estima que hay muchos de ellos, incluso tantos como estrellas. Esos planetas fueron creados en el disco de acreción de una estrella, pero fueron finalmente expulsados por las contingencias de la mecánica celeste. Pero hay una segunda parte en esta historia. Si los planetas pueden ser expulsados, entonces también pueden ser capturados por otra estrella.

A
sí que, aunque todos los planetas de nuestro sistema solar fueron creados aquí, en otros sistemas puede haber planetas que hayan sido capturados y que provengan de otra estrella. De ser esta teoría cierta, podría haber miles de millones de estrellas en nuestra galaxia con planetas formados en otro lugar y capturados posteriormente.
Esto explicaría la presencia de exoplanetas a gran distancia de sus soles, en donde no podrían haberse formado. Se supone que los planetas se forman a partir de los planetesimales del disco de acreción que hay alrededor de las estrellas cuando éstas se forman. Digamos que los planetas son el "subproducto" de la formación de estrella. Pero los planetas no pueden formarse en regiones en donde ya no hay tal disco, así que si hay planetas ahí quizás fueran capturados. De hecho, se han descubierto planetas gigantes alrededor de estrellas a más de 100 UA de su estrella. Para comparar podemos mencionar que la distancia media de Plutón la Sol es de unas 40 UA.
Incluso nuestro sistema solar podría tener alguno de estos cuerpos más allá de la órbita de Plutón.
Hagai Perets del Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica en Cambridge (Massachusetts) y Thijs Kouwenhoven del Centro para la Astrofísica y Astronomía de Pekín (China) sostienen que esos planetas a grandes distancias de sus estrellas eran una vez planetas errantes que vagaban por el vacío sideral hasta que fueron capturados por una estrella.
La teoría de estos investigadores es sustentada en unas simulaciones computacionales que han realizado. Según estas simulaciones, si el número de planetas errantes es igual al número de estrellas entonces entre un 3 y un 6 por ciento de las estrellas deben de haber capturado algunos de ellos, incluso algunas estrellas pueden haber capturado dos o tres de ellos. La mayoría de estas capturas terminan con el planeta orbitando muy lejos de la estrella a cientos de UA, pero no todos. La mitad de todos ellos orbitaría la estrella en sentido contrario a como los harían los planetas nativos y las órbitas de los nuevos planetas tendría un orientación al azar con respecto a la de los nativos (como no podía ser de otra manera), que estarían todos ellos en el mismo plano orbital.
Cuanto más masa tenga la estrella y, por tanto, un campo gravitatorio más intenso, más probabilidad hay de que atrape uno de estos planetas. Incluso los agujeros negros podrían tener planetas a su alrededor incluso cuando los planetas nativos hubieran sido barridos por la propia explosión de supernova que formó el agujero negro. También calculan que los planetas errantes pueden formar sistemas binarios mediante captura o formar sistemas de este tipo con enanas marrones.
El problema de la teoría es que no se sabe muy bien el número de planetas errantes, así que los porcentajes pueden variar. Aunque este numero puede que se estime mejor en el futuro próximo.
Según Perets el Sol podría haber capturado algún planeta que podría orbitar más allá de Plutón, pues no se ha notado ninguna perturbación sobre las órbitas de nuestros planetas o sobre la de Plutón. Aunque calcula que la probabilidad de tal caso es baja.
Pero si al final se descubriera un planeta capturado en nuestro sistema las posibilidades serían fabulosas, pues no necesitaríamos viajar a otras estrellas para analizar directamente un exoplaneta. Bastaría un viaje con tecnología cuasi-convencional para hacerlo. Es, sin duda, un buen argumento para el comienzo de una novela de ciencia ficción. Puestos a elucubrar puede que incluso Plutón fuese uno de estos objetos debido a su extraña órbita, aunque Peret no dice nada al respecto.

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