Pero, al alejarse de la ciudad nueva, que fue construida sobre una meseta, se da cuenta de lo extraordinario que puede ser el lugar.
El área histórica conocida como "Sassi", que significa "las piedras", es una ciudad de cavernas.
Algunas de las casas tienen una puerta sencilla, pero otras tienen una parte frontal mucho más elaborada.
Durante los cincuenta, Matera era un tugurio en el que vivían decenas de miles de personas en condiciones precarias.
El primer ministro de ese momento la declaró "la vergüenza de Italia" y trasladó a la población a nuevos edificios en la nueva ciudad.
El futuro
Ahora, las cavernas están habitadas por servidores de computadoras, con sus luces brillando en espacios en los que, hasta hace unos años, vivían personas y animales.
Una compañía llamada Datacontact instaló una central de llamadas que ocupa todo el complejo.
Las computadoras están en un caverna, y las personas que responden los teléfonos en otra.
Es como si este espacio hubiese saltado desde la era prehistórica directamente al siglo XXI sin hacer escalas.
El centro, que tiene 500 trabajadores, es el tercer mayor empleador en Matera.
Otra compañía de programas de computación también instaló su sede aquí.
Turismo
Pietro Laureano, el arquitecto que lideró el renacimiento de las cavernas -que fueron declaradas Patrimonio de Humanidad por la UNESCO en 1993- muestra su entusiasmo por el proyecto.
"Las Sassi de Matera son una ciudad prehistórica. También son el futuro de la humanidad, y una ciudad que se puede conectar con el resto del mundo", dice.
Matera también se convirtió en un centro turístico, pues en las cavernas también se están construyendo hoteles y restaurantes.
El turismo, sin embargo, viene por temporadas, y los habitantes temen que las Sassi se pasen de moda.
Por esto, la gente de Matera ha puesto todas sus esperanzas en los servidores que brillan desde la oscuridad de la caverna para ponerle fin a sus crónicos problemas de desempleo.
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