Según el equipo, que está dirigido por la Universidad de Exeter, no se sabe mucho sobre la biología de la infección del patógeno Burkholderia pseudomallei (B. pseudomallei). Sin embargo, esta bacteria fue identificada como endémica de las regiones tropicales, por ejemplo el sureste asiático, donde provoca una enfermedad altamente infecciosa llamada melioidosis. «El B. pseudomallei es un patógeno intracelular facultativo Gram-negativo que es capaz de replicarse en macrófagos», indican los autores del estudio. «Sin embargo, a pesar de la naturaleza crítica de su interacción con macrófagos, hasta la fecha se han caracterizado muy pocos factores antimacrófagos».
La Dra. Andrea Dowling, del Centro de Ecología y Conservación de Exeter, y sus colegas crearon un método sencillo de cribado que puede ayudar a aislar las partes virulentas de las estructuras genéticas del B. pseudomallei. Con este nuevo método, los investigadores pueden realizar una serie de ensayos destinados a identificar las partes del código genético del patógeno que le ayudan a desactivar el sistema inmunológico de su huésped.
«A partir de ahí, podemos centrarnos en aquellas áreas fundamentales para descubrir cómo funciona el patógeno y cómo podemos desarrollar vacunas», explica la Dra. Dowling, principal autora del estudio. «El método de cribado nos permite estudiar y abordar las causas de la enfermedad y la infección con mucha mayor rapidez que mediante otros métodos.»
Según el equipo, el B. pseudomallei se encuentra en el ambiente e infecta a humanos a través de cortes y rasguños. En circunstancias normales, el sistema inmunológico del cuerpo es capaz de neutralizar cualquier tipo de bacteria invasora. Sin embargo, parece que el B. pseudomallei se propaga a otras partes del cuerpo sin ser fagocitado y provoca infecciones graves.
Gracias a su método sencillo y avanzado de cribado el equipo aisló partes concretas del código genético del B. pseudomallei que podrían ser responsables de su resistencia al sistema inmunológico humano.
«Usamos clones de genotecas que contiene cada uno una región genética de Burkholderia y, a continuación, estudiamos la capacidad que tienen de matar células inmunes para descubrir lo que se conocen como factores de virulencia; básicamente, las partes que le permiten sobrevivir al sistema inmunitario», indica la Dra. Dowling.
«Gracias al método de cribado establecimos las posibles ubicaciones de ese factor de virulencia mucho más rápido que usando métodos normales. A continuación podemos estudiar el mecanismo de estos factores usando técnicas microbiológicas, celulares y bioquímicas para observar si la disrupción del factor de virulencia reduce la capacidad de esta bacteria de superar el sistema inmunitario».
El profesor Richard French-Constant de la Universidad de Exeter y coautor del estudio comentó en relación a los resultados de la investigación lo siguiente: «Los conocimientos adquiridos con esta investigación nos ofrecen información esencial sobre los mecanismos para provocar enfermedades que posee este patógeno humano tan grave como poco estudiado y, lo que es más importante, ayudaran a identificar candidatos para el desarrollo de vacunas muy necesarias».
Los investigadores afirman que estas tecnologías nuevas no sólo contribuirán al estudio de la bacteria B. pseudomallei, sino que también se usarán para evaluar otros patógenos.
La Dra. Andrea Dowling, del Centro de Ecología y Conservación de Exeter, y sus colegas crearon un método sencillo de cribado que puede ayudar a aislar las partes virulentas de las estructuras genéticas del B. pseudomallei. Con este nuevo método, los investigadores pueden realizar una serie de ensayos destinados a identificar las partes del código genético del patógeno que le ayudan a desactivar el sistema inmunológico de su huésped.
«A partir de ahí, podemos centrarnos en aquellas áreas fundamentales para descubrir cómo funciona el patógeno y cómo podemos desarrollar vacunas», explica la Dra. Dowling, principal autora del estudio. «El método de cribado nos permite estudiar y abordar las causas de la enfermedad y la infección con mucha mayor rapidez que mediante otros métodos.»
Según el equipo, el B. pseudomallei se encuentra en el ambiente e infecta a humanos a través de cortes y rasguños. En circunstancias normales, el sistema inmunológico del cuerpo es capaz de neutralizar cualquier tipo de bacteria invasora. Sin embargo, parece que el B. pseudomallei se propaga a otras partes del cuerpo sin ser fagocitado y provoca infecciones graves.
Gracias a su método sencillo y avanzado de cribado el equipo aisló partes concretas del código genético del B. pseudomallei que podrían ser responsables de su resistencia al sistema inmunológico humano.
«Usamos clones de genotecas que contiene cada uno una región genética de Burkholderia y, a continuación, estudiamos la capacidad que tienen de matar células inmunes para descubrir lo que se conocen como factores de virulencia; básicamente, las partes que le permiten sobrevivir al sistema inmunitario», indica la Dra. Dowling.
«Gracias al método de cribado establecimos las posibles ubicaciones de ese factor de virulencia mucho más rápido que usando métodos normales. A continuación podemos estudiar el mecanismo de estos factores usando técnicas microbiológicas, celulares y bioquímicas para observar si la disrupción del factor de virulencia reduce la capacidad de esta bacteria de superar el sistema inmunitario».
El profesor Richard French-Constant de la Universidad de Exeter y coautor del estudio comentó en relación a los resultados de la investigación lo siguiente: «Los conocimientos adquiridos con esta investigación nos ofrecen información esencial sobre los mecanismos para provocar enfermedades que posee este patógeno humano tan grave como poco estudiado y, lo que es más importante, ayudaran a identificar candidatos para el desarrollo de vacunas muy necesarias».
Los investigadores afirman que estas tecnologías nuevas no sólo contribuirán al estudio de la bacteria B. pseudomallei, sino que también se usarán para evaluar otros patógenos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario