Ahora somos capaces de ver la lesión del Alzheimer presente en personas vivas, y eso es un gran paso", señaló John Morris, director del Centro de Investigación del Alzheimer en la Universidad de Washington. Morris no estuvo involucrado en el estudio. "En última instancia, nos gustaría llevar el diagnóstico hasta la etapa preclínica [antes de que aparezcan los síntomas] y ver si podemos elaborar estrategias para prevenir el daño cerebral que acaba produciendo la demencia. Sin embargo, pasarán años antes de que lleguemos a esa etapa".
Un comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. se reunirá el jueves para decidir si deben recomendar que el nuevo indicador, desarrollado por Avid Radiopharmaceuticals, debe aprobarse para ayudar a los médicos a diagnosticar la enfermedad, o si debe ser descartado. El gigante farmacéutico Eli Lilly adquirió la compañía el pasado diciembre. El indicador de Avid es uno entre varios compuestos vinculantes a las amiloides actualmente en desarrollo, y el primero en completar los ensayos clínicos a gran escala.
Los investigadores señalan que el uso más prometedor del indicador a corto plazo, que se detecta a través de una tomografía por emisión de positrones (PET), es en el desarrollo de fármacos. La capacidad para detectar signos de la enfermedad antes del desarrollo de problemas cognitivos evidentes permite a las compañías farmacéuticas probar terapias destinadas a prevenir el desarrollo de placas desde el principio. "Es de enorme importancia para el desarrollo de la investigación de fármacos", señala Paul Aisen, director de la enfermedad de la Cooperativa de Estudio del Alzheimer en la Universidad de California, en San Diego. Aisen no estuvo involucrado en el estudio. "Nos permite probar terapias durante la fase de la enfermedad en la que es más probable que sean clínicamente útiles-el momento en que las personas poseen depósitos de amiloides, pero la disfunción cognitiva no importante".
Las compañías farmacéuticas están utilizando actualmente el tipo de toma de imágenes amiloides utilizado en el estudio para evaluar la eficacia de medicamentos experimentales diseñados para reducir la acumulación de la proteína. (Si los fármacos que bloquean la acumulación de amiloides mejoran la pérdida de la memoria o no sigue siendo una cuestión abierta. Tampoco está claro si la acumulación de placa es la causa del Alzheimer o un efecto de la enfermedad.)
En el estudio, publicado esta semana en Journal of the American Medical Association, los investigadores realizaron tomografías por emisión de positrones (PET) de 29 personas-15 de ellas con diagnóstico de Alzheimer-residentes en hospicios. Los participantes convinieron en someterse a autopsias cerebrales después de su muerte. Los investigadores encontraron que los niveles de amiloides detectados durante la exploración PET estaban estrechamente relacionados con los niveles hallados en las autopsias. Los PET de 74 personas sanas más jóvenes, con pocas probabilidades de poseer amiloides en sus cerebros, confirmaron que el marcador no detectó la proteína donde no la había.
A pesar de los buenos resultados, los investigadores señalan que el impacto clínico de la tecnología está menos claro. Por un lado, hay tratamientos modificadores de la enfermedad disponibles actualmente para la enfermedad de Alzheimer. "No queremos gastar miles de millones de dólares en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer si no podemos hacer nada al respecto", señaló Michael Weiner, profesor de medicina, radiología y psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco. Weiner no estuvo involucrado en el estudio. "Pero cuando hay síntomas, los pacientes y las familias quieren saber qué los está causando".
Aisén afirma que le preocupa que la tecnología pudiera ser usada en exceso. "Prácticamente todas las personas mayores de 40 años están preocupadas por la memoria, y no es fácil distinguir el declive normal de la memoria por el envejecimiento de los principios de Alzheimer", explica.
Aunque la investigación preliminar sugiere que las personas con problemas de memoria leves que también poseen amiloides en el cerebro son más propensas a desarrollar el Alzheimer en toda regla, aún no está claro lo que significa la presencia de amiloides en personas sanas, o cómo deberían utilizar esta información los médicos. Los científicos están utilizando el indicador de Avid junto a herramientas similares de toma de imágenes amiloides para examinar esta cuestión.
"Los médicos, los pacientes y sus familias pueden interpretar una imagen de amiloides positiva y creer que alguien tiene Alzheimer", afirma Aisen. "Cuando, en realidad, incluso si resulta que las amiloides en el cerebro indican la etapa más temprana de la enfermedad, podría pasar más de una década entre la deposición de amiloides y la manifestación clínica de la enfermedad".
Tanto Aisen como Morris señalan que el mejor uso clínico podría ser para descartar la enfermedad de Alzheimer en ausencia de acumulación de amiloides. La demencia relacionada con la edad puede tener varias causas-algunas de ellas tratables-y durante las autopsias se descubre que entre un 15 y un 20 por ciento de las personas diagnosticadas de Alzheimer no tienen la enfermedad.
El Instituto Nacional del Envejecimiento y la Asociación del Alzheimer están trabajando en las nuevas directrices para el diagnóstico de la enfermedad. Estas directrices incorporarán la toma de imágenes amiloides y otras técnicas, tales como la detección de amiloides en el líquido cefalorraquídeo.
Un comité asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. se reunirá el jueves para decidir si deben recomendar que el nuevo indicador, desarrollado por Avid Radiopharmaceuticals, debe aprobarse para ayudar a los médicos a diagnosticar la enfermedad, o si debe ser descartado. El gigante farmacéutico Eli Lilly adquirió la compañía el pasado diciembre. El indicador de Avid es uno entre varios compuestos vinculantes a las amiloides actualmente en desarrollo, y el primero en completar los ensayos clínicos a gran escala.
Los investigadores señalan que el uso más prometedor del indicador a corto plazo, que se detecta a través de una tomografía por emisión de positrones (PET), es en el desarrollo de fármacos. La capacidad para detectar signos de la enfermedad antes del desarrollo de problemas cognitivos evidentes permite a las compañías farmacéuticas probar terapias destinadas a prevenir el desarrollo de placas desde el principio. "Es de enorme importancia para el desarrollo de la investigación de fármacos", señala Paul Aisen, director de la enfermedad de la Cooperativa de Estudio del Alzheimer en la Universidad de California, en San Diego. Aisen no estuvo involucrado en el estudio. "Nos permite probar terapias durante la fase de la enfermedad en la que es más probable que sean clínicamente útiles-el momento en que las personas poseen depósitos de amiloides, pero la disfunción cognitiva no importante".
Las compañías farmacéuticas están utilizando actualmente el tipo de toma de imágenes amiloides utilizado en el estudio para evaluar la eficacia de medicamentos experimentales diseñados para reducir la acumulación de la proteína. (Si los fármacos que bloquean la acumulación de amiloides mejoran la pérdida de la memoria o no sigue siendo una cuestión abierta. Tampoco está claro si la acumulación de placa es la causa del Alzheimer o un efecto de la enfermedad.)
En el estudio, publicado esta semana en Journal of the American Medical Association, los investigadores realizaron tomografías por emisión de positrones (PET) de 29 personas-15 de ellas con diagnóstico de Alzheimer-residentes en hospicios. Los participantes convinieron en someterse a autopsias cerebrales después de su muerte. Los investigadores encontraron que los niveles de amiloides detectados durante la exploración PET estaban estrechamente relacionados con los niveles hallados en las autopsias. Los PET de 74 personas sanas más jóvenes, con pocas probabilidades de poseer amiloides en sus cerebros, confirmaron que el marcador no detectó la proteína donde no la había.
A pesar de los buenos resultados, los investigadores señalan que el impacto clínico de la tecnología está menos claro. Por un lado, hay tratamientos modificadores de la enfermedad disponibles actualmente para la enfermedad de Alzheimer. "No queremos gastar miles de millones de dólares en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer si no podemos hacer nada al respecto", señaló Michael Weiner, profesor de medicina, radiología y psiquiatría de la Universidad de California en San Francisco. Weiner no estuvo involucrado en el estudio. "Pero cuando hay síntomas, los pacientes y las familias quieren saber qué los está causando".
Aisén afirma que le preocupa que la tecnología pudiera ser usada en exceso. "Prácticamente todas las personas mayores de 40 años están preocupadas por la memoria, y no es fácil distinguir el declive normal de la memoria por el envejecimiento de los principios de Alzheimer", explica.
Aunque la investigación preliminar sugiere que las personas con problemas de memoria leves que también poseen amiloides en el cerebro son más propensas a desarrollar el Alzheimer en toda regla, aún no está claro lo que significa la presencia de amiloides en personas sanas, o cómo deberían utilizar esta información los médicos. Los científicos están utilizando el indicador de Avid junto a herramientas similares de toma de imágenes amiloides para examinar esta cuestión.
"Los médicos, los pacientes y sus familias pueden interpretar una imagen de amiloides positiva y creer que alguien tiene Alzheimer", afirma Aisen. "Cuando, en realidad, incluso si resulta que las amiloides en el cerebro indican la etapa más temprana de la enfermedad, podría pasar más de una década entre la deposición de amiloides y la manifestación clínica de la enfermedad".
Tanto Aisen como Morris señalan que el mejor uso clínico podría ser para descartar la enfermedad de Alzheimer en ausencia de acumulación de amiloides. La demencia relacionada con la edad puede tener varias causas-algunas de ellas tratables-y durante las autopsias se descubre que entre un 15 y un 20 por ciento de las personas diagnosticadas de Alzheimer no tienen la enfermedad.
El Instituto Nacional del Envejecimiento y la Asociación del Alzheimer están trabajando en las nuevas directrices para el diagnóstico de la enfermedad. Estas directrices incorporarán la toma de imágenes amiloides y otras técnicas, tales como la detección de amiloides en el líquido cefalorraquídeo.
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