En entrevista a Xinhua tras el lanzamiento de la iniciativa, el secretario ejecutivo de la UNCCD, Luc Gnacadja, subrayó la importancia de la concientización de la sociedad y los gobiernos sobre las dimensiones alarmantes de ese flagelo en todo el planeta.
Xinhua: ¿Cuáles fueron los motivos por los que las Naciones Unidas lanzaron este lunes la "Década sobre Desiertos y Desertificación"?
Gnacadja: En 2006, la ONU promovió una campaña de concientización con relación a la desertificación. La conclusión fue que debería ser hecho más, que necesitamos una mayor conciencia a nivel de la población mundial. La gente común precisa entender que debe tomar responsabilidades.
Dentro de diez años queremos que el problema de las tierras secas tengan un perfil más alto en las planificaciones y presupuestos nacionales. Es decir, un cambio en la forma en que las tierras secas son percibidas.
Xinhua: Cuál es la percepción general con relación a las tierras áridas y semiáridas en la actualidad?
Gnacadja: Las tierras secas son percibidas como marginales, como baldías, como pasivos, pero en realidad son 41 por ciento de la masa total de tierras en el planeta Tierra, son el hogar de 2.100 millones de personas de la población global.
La mitad del ganado proviene de las tierras secas, 44 por ciento de nuestros sistemas alimentarios provienen de las tierras secas. Necesitamos no sólo considerar los bosques, o el cambio climático como un desafío global aislado, sino a partir desde un punto de visto holístico. Ello integraría el valor de las tierras secas como un verdadero activo.
La población de las tierras secas está en el escalón más bajo delíndice de desarrollo. El PIB de las tierras secas equivale a 50 por ciento del PIB de las tierras no secas. ¿Qué significa eso? Que la pobreza está agobiando a la población de las tierras secas, la hace depender de sus recursos naturales, que están siendo depredados.
Se hace mal uso de esos recursos por falta de alternativas. La solución empieza por mejorar la vida de las personas afectadas por la desertificación, darles alternativas para que mejoren su capacidad de gestionar la tierra y el suelo, y luego hay que mejorar las condiciones de los ecosistemas que han sido afectadas por la desertificación.
Xinhua: ¿Cómo incide el cambio climático en el proceso de desertificación?
Gnacadja: La degradación está vinculada con pérdida de nutrientes del suelo. Proviene de dos factores. Uno de ellos es el uso inadecuado de la tierra, su manejo no sustentable. El segundo factor es el climático.
El cambio climático provoca sequías más frecuentes, más prolongadas, la mayor parte de las veces seguidas de nuevos y diferentes padrones de lluvias, generando por ejemplo inundaciones.
Desertificación y degradación son las dos caras de la misma moneda. Cuando la tierra se degrada, el carbono que compone el suelo es liberado en la atmósfera, empeorando la situación. Cuando la atmósfera se degrada acaba degradando la tierra. La solución es no cerrar los ojos para uno solo de los aspectos, sino en adoptar enfoques sinérgicos.
Xinhua: ¿Cuáles son sus expectativas de cambio en esta área de aquía diez años?
Gnacadja: De aquí a diez años, deberíamos estar completamente alejados de las percepciones erróneas, lo que se traduciría en una mayor atención dada a los temas ligados a la tierra en planeamiento público, presupuestos públicos, gastos públicos, en mejores políticas y en enfoques integrados.
Como he dicho, la pobreza está empeorando la degradación en las tierras secas. En setiembre, en Nueva York, habrá una revisión de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Tenemos por delante cinco años hasta las metas de 2015. Sabemos que no estamos bien encaminados, y sabemos que gran parte de lo que no está bien son las tierras secas.
Xinhua: ¿Cómo los países más pobres pueden enfrentar estos desafíos?
Gnacadja: En la Convención (de la ONU) sobre Desertificación hay dos niveles de compromiso. Uno es el de los países en desarrollo afectados. Hay 2.100 millones de personas viviendo en las tierras secas del mundo.
Noventa por ciento de esa población vive en el mundo en desarrollo. Su compromiso es primero levantar los programas de acción para tratar la cuestión, lo que significa a todos los niveles de programas públicos y movilizar para trabajar sobre ello.
El compromiso de los países desarrollados en la Convención, ratificada por 183 partes en el mundo, es proveer soporte técnico, ayuda financiera y transferencia de tecnología, para asistir a los países en desarrollo en el tratamiento del problema.
Sabemos que donde sea que la tierra es degradada, tendrá efectos globales. No es posible decir que algo no nos afecta porque ocurre lejos de nuestra casa. Quien percibe las cosas de esa forma está en una profunda ignorancia de cómo funciona el ecosistema.
La tierra es degradada afecta nuestra seguridad alimentaria global, afecta nuestra propia seguridad humana, porque provoca y genera más migraciones, afectará el clima, agotará los bosques y nos hará perder más biodiversidad.
Interesante artículo, con datos bastante contundentes y lo suficientemente serios como para que se tomen estos temas no como simples reuniones para salir de paso o quedar bien ante los medios.
ResponderEliminarLa concienciación es fundamental,la tiera seca está ahí, hay que prestarle la atención debida para que la proporción no siga avanzando en contra de los pobres y de la parte del Planeta que aún está verde.
Un beso